Este libro es la tercera entrega de la trilogía Profecías junto a Ojos como de hombre (2011) y Huesos secos (2013), novelas basadas en hechos reales con cambios de lugares, nombres y otros detalles. Sin embargo, no es necesario haber leído las primeras dos partes de estas tres historias para seguir de cerca la trama que protagoniza el inspector Sánchez, versión gay boricua del detective cubano Mario Conde, personaje de las famosas novelas policiales del escritor cubano Leonardo Padura (Fuentes). Max Chárriez, por su parte, continúa esta tradición de suspenso en la narrativa caribeña contemporánea desde la Isla del (Des)encanto denunciando los niveles de corrupción en la Policía de Puerto Rico ante varios casos congelados o “cold cases” de feminicidios irresueltos. En realidad, sí existió un asesino en serie de sexoservidoras que las torturaba y dejaba los cuerpos tirados debajo de los puentes en Santurce. Esto se une a otros casos de muertes de mujeres trans en la isla y hasta se rumoró que los culpables habían sido policías.
En este sentido, De sombras y muerte sigue un principio esencial de la teoría postcolonial, darle voz al subalterno, nombrar a quien ha sido invisibilizado por el sistema abogando por un sentido de justicia y de paz social. Tanto la mujer y el hombre heterosexuales, la mujer trans, los hombres gays y las mujeres lesbianas aparecen representados aquí como parte integral del tejido social que busca elevar el discurso más allá de los prejuicios intrínsecos de la sociedad puertorriqueña a toda diferencia sexual en este final de la segunda década del siglo XXI.
El narrador en De sombras y de muerte nos atrapa desde las primeras líneas del relato y nos mantiene en vilo hasta la página final, donde se resuelve el entuerto y se sigue de cerca una incipiente relación amorosa entre el inspector Sánchez y Llanos, agente del FBI. Esta combinación de estar al límite entre amor y muerte, Eros y Tánatos, permea todo el discurso narrativo y explora la condición de dos hombres cansados de los juegos eróticos de la comunidad LGBTQ+ para encarar de frente la idea del Amor sin más al darse otra oportunidad. Los prejuicios de Sánchez hacia Llanos se van derrumbando como los muros que también van cayendo a medida que se resuelve el intríngulis de los casos en cuestión.