Caribe Hoy
La colonia clásica de Puerto Rico: una economía en picada
Al Tajumulco por Ana Belén 2017
[Nota Editorial: carta enviada por la escritora y activista boricua, Miriam Montes, en solidaridad por la excarcelación de la prisionera política Ana Belén Montes. La carta va dirigida a un grupo de boricuas que escaló la montaña del Tajumulco en México, en solidaridad con la prisionera política].
Apreciados compañeros de lucha y compatriota:La cultura, la Junta y el bienestar de Puerto Rico
Tuto Marchand, guerrero del baloncesto y de la soberanía
Con la muerte de Jenaro “Tuto” Marchand no es sólo Puerto Rico quien pierde a uno de sus luminarias sino a la región entera del América Latina. A Tuto, después de una batalla con el cáncer de por lo menos 15 años, se lo llevó esa enfermedad en la madrugada del domingo a sus 82 años.
Los fanáticos puertorriqueños y sobre todo los apoderados de la Liga de Baloncesto Superior Nacional, que causa locura en el público puertorriqueño, lo recordarán por su mano de hierro como presidente de la Federación de Baloncesto de Puerto Rico por más de 10 años. Tuto dirigió la federación desde los días de los inmortales Raymond Dalmau y Rubén Rodríguez, para nombrar a solo dos de las luminarias del aro que hubo en su era. Únicamente Tuto hubiese podido establecer orden y adelantar la liga, a veces con la diplomacia del abogado que fue por casi 50 años y a veces con un puño en la mesa. Si bien es cierto que su más renombrado logro fue como vicepresidente de la región de las Américas de la Federación Internacional de Baloncesto, es por su presencia de puro hierro en el baloncesto local que lo recuerdan los puertorriqueños. Debo decir que su etapa en la federación internacional de las Américas coincidió con era de José “Piculín” Ortiz, posiblemente el centro y forward más logrado que ha dado el baloncesto puertorriqueño.
Carta Abierta en apoyo al Proyecto de Ley “Berta Cáceres” en Honduras
Trump y la nueva política del imperio
Nos enseñó José Martí que: “A lo que se ha de estar no es a la forma de las cosas, sino a su espíritu. Lo real es lo que importa, no lo aparente; en la política lo real es lo que no se ve”. Sabia lección para entender los resortes por los que se mueve la política de los Estados Unidos y descifrar así lo aparentemente oculto de las decisiones de Donald Trump a propósito de las relaciones bilaterales de Estados Unidos con Cuba.
No fue una sorpresa para quienes estamos acostumbrados a los vaivenes del Imperio en su política agresora contra nuestro país; y más que costumbre, para quienes conocemos –el pueblo cubano no olvida, tiene memoria histórica y ha de salvaguardarla– la verdad sobre los Estados Unidos y lo que históricamente, desde su lógica imperialista, ha representado para Cuba y el resto del mundo.