El cine de la República Dominicana sigue dando de que hablar. Se va imponiendo como la principal industria de cine comercial del Caribe. Más aún, está teniendo la astucia de relacionarse creativamente con la industria de cine de Puerto Rico, y todo indica que lo mejor está por llegar. Que aún no hemos visto el futuro. Solo los albores.
En su más reciente producción, Un lío en dólares (Dir. Francis Disla, República Dominicana, 2014), el actor Raúl Carbonell, hijo, funge de boricua que vive en Nueva York, y luego de dedicarle toda su vida al trabajo, decide regresar a la isla de Puerto Rico. El personaje se confunde con un migrante dominicano, Fausto Matta, que lo han utilizado de mula para transportar unos diamantes en una tambora de merengue. Así las cosas, diamantes se confunden con la muerte de Raúl Carbonell, y todo lo demás es un soberano relajo.
La película fue filmada en parte en Nueva York. No obstante todo ocurre al interior del apartamento de Raúl Carbonell, quien estando muerto, muy en la tradición de la locura Caribeña, le organizan una fiesta para celebrar su partida. La película se pudo haber llamado también, “Con el muerto a hombro”, pues hay algo de esto. De paso el cine caribeño, tiene una profunda tradición de cine en relación a los muertos, que incluye, entre otros Cuatro hombres y un ataúd (Dir. Pericles Mejías, República Dominicana, 1996). También no es la primera vez, aunque en esta ocasión con un presupuesto más limitado, que el cine dominicano trabaja en la ciudad de Nueva York. Atrás queda el clásico de cine dominicano, Nueba Yol (Dir. Ángel Muñiz, República Dominicana, 1995) donde el fenecido comediante dominicano, Luisito Martí junto también a Raúl Carbonell hijo, nos hicieron reír sin fronteras.
La película dominicana Un lío de dólares, no obstante, sigue ya la formula trazada por su industria, y presenta rasgos comunes: por un lado, el uso del Fausto Matta y su equipo de amigos comediantes, los cuales están presentes en todas las ultimas cinco películas que estrenó la hermana isla caribeña. Por otro lado, el manejo de los estereotipos extranjeros, donde se refuerza el rol de los italianos (por ser el principal mercado de turismo que visita dicha isla) y la presencia de los estadounidenses. De otro lado, está la presencia del tema de los trasiegos, que en está película utilizaron un tema inusual para esta región del mundo, que es el trasiego de diamantes. Finalmente, el tema de la música y la locura irracional, también estuvo muy presente en este filme.
Hay que destacar que como fórmula comercial, las casas productoras de Republica Dominicana, han logrado establecer un punto: el cine producido y realizado en las Antillas, también puede ser lucrativo. Por esto hay que felicitarlos. El cine, como toda formula, desde Hollywood en los EE.UU., hasta Bollywood, en la India, puede ser más que un arte, una fuente de empleos y riquezas. Entendemos que los dominicanos lo han visto así y se esfuerzan por crear para su país y su región otro enclave de producciones cinematográficas.- ¿Estaremos en los inicios de Antillywoods o Cariwoods?
Finalmente celebramos que está película se le haya dedicado a su personaje inicial de boricua, Luis Raúl Martínez, quien murió al inicio del rodaje. Este fue sustituido a mucha honra por Raúl Carbonell hijo.
Vayan a verla. Perfecta para un domingo en la tarde, con sol o con lluvia. Con toda la familia, inclusive los pequeñines. Palomitas de maíz con refresco vienen bien.