Se trata del sueño americano hecho realidad. Million Dollar Arm (Craig Gillespie, EE.UU., 2014) nos ofrece la última versión de dicho sueño. Sólo en los EE.UU. puede pasar, que alguien que jamás ha jugado béisbol, que viene de comunidades rurales y remotas del sub-continente indio, gane una competencia de lanzamientos de béisbol.
La película producida por Disney, es por momentos interesante, apasionada, pero por otros momento raya en los prejuicios que la cultura occidental puede tener sobre la cultura oriental o asiática. Podríamos decir, que en la primera parte de la película, se imponen los prejuicios. En la segunda parte de la película, el diálogo de integración de la otredad se da con mucha sabiduría y sensibilidad. La película entreteje las múltiples historias de los muchos “otros”, tanto los indios como los americanos, y logra reconciliar los distintos pareceres de la modernidad y el progreso.
El momento cúspide de la película radica 10 meses después de haber salido de la India cuando Rinku y Dinesh se enfrentan a los escuchas y compradores de jugadores. Los jóvenes, luego de una osadía momentánea, son finalmente comprados por los piratas de Pittsburgh en el 2008, donde en la actualidad se desempeñan. Se trata a fin de cuentas del sueño americano auto-validando que el mismo es posible.
Vaya a ver esta película, si realmente le gusta el béisbol o tener la ilusión que en los EE.UU. todo es posible. De mi parte, es mero entretenimiento que le hace a usted reír y llorar.
Hay más cine que esta película. Si no tiene tanto interés, vea las estrellas de noche o vaya a la playa de día. Cuidado con las olas.