Las claves secretas de Uruguay en la Copa de Futbol Brasil 2014

Agenda Caribeña
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Todas las potencias del fútbol mundial buscan evitar a la selección de Uruguay, uno de los países más pequeños y de menor población de la cita mundialista de Brasil-2014.

En base a datos fríos, no debería ser así, pues el país, con algo más de tres millones de habitantes, cuenta con unos pocos miles de futbolistas, mientras que en Argentina hay dos millones y en Brasil, tres millones, por solo mencionar países de la región.


Sin embargo, tras una sorpresiva derrota frente a Costa Rica, ya eliminó a Inglaterra e Italia, dos poderosos campeones mundiales europeos, y apunta ahora a todo lo que se le ponga por delante.

El director técnico Óscar Washington Tabárez, quien asiste a su cuarto Mundial, solidarizó con el sancionado goleador Luís Suárez y, en protesta, anunció su renuncia a un cargo en la Federación Internacional de Fútbol Asociado (FIFA).

Allí reveló una de las claves secretas de la ya famosa "garra charrúa", cuando aseguro, dirigiéndose al pueblo uruguayo, que "estamos heridos pero con una fuerza increíble y con mucha rebeldía".

Más allá de todos los títulos alcanzados por la Celeste (cuatro Copas del Mundo y 15 de América) o por algunas de sus figuras, como Suárez, Diego Forlán o Edinson Cavani, los rivales temen especialmente la rebeldía que anunció el Maestro Tabárez.

Un estudioso del fútbol mundial dijo a Prensa Latina que, independientemente de las habilidades personales, "no es fácil llegar a integrar la selección uruguaya y tampoco es fácil mantenerse en ella" sin fuertes motivaciones.

Aludió así a una gran exigencia de trabajo, disciplina y de valores históricos y patrióticos, que los actuales integrantes de la Celeste (casi todos con experiencia en pasados Mundiales) han demostrado tener en los últimos años.

Esa exigencia no sólo viene de Tabárez y su muy profesional equipo técnico, sino de los propios hinchas, hombres, mujeres, ancianos y niños muy críticos, que se ilusionan no solo con ganar, sino con hacerlo "a la uruguaya", sufriendo, desde abajo.

No todos los equipos presentes en Brasil cuentan con estas claves, que esta semana saltaron a la vista con la polémica expulsión de Suárez, quien sin embargo fue recibido aquí como héroe pese al frío de la madrugada y varias horas de espera.

Entre miles de uruguayos, bajo la consigna "todos somos Suárez", el presidente José Mujica, de 79 años, fue en dos ocasiones al aeropuerto hasta que pudo abrazar a Suárez y ofrecerle toda su solidaridad.

Era una mañana fría, pero todos (estábamos) con el corazón muy caliente y unidos como sociedad, recordó Mujica.

Hoy, casi sin reposar, Suárez salió al balcón de su casa con sus hijos en brazos para agradecer a vecinos y transeúntes que lo alentaban a seguir luchando, gesto que terminó con una interpretación improvisada del himno nacional.

Los medios uruguayos mencionaron datos que vinculan el este Mundial con la historia de Uruguay, como el día en que Uruguay derrotó a Inglaterra (2-1), coincidiendo con el 250 aniversario del natalicio del prócer José Gervasio Artigas.

Este viernes, víspera del partido contra Colombia, se recordó el 41 aniversario del golpe de Estado y de la resistencia popular a la dictadura uruguaya (1973-1985), todo en un marco de rebeldía.

A estas motivaciones, poco comunes, se suma otra clave, de profunda raíz histórica: el partido de este sábado se realizará en el Estadio Maracaná, precisamente donde en 1950 Uruguay derrotó (2-1) a Brasil y levantó su segunda Copa del Mundo.

 

Nota EPA-RD:  Colombia derrotó a Uruguay 2-0 ayer sábado, quedando eliminado el equipo de la Celeste.