Se habla en estos días de la posibilidad de experimentar con escuelas Montessori para reformar la educación en el país. Me parece bien que se dé a nuestros niños la oportunidad de aprender según sus capacidades, sus curiosidades y sus intereses, que es básicamente lo que sugiere y pretende lograr el método Montessori. Sin embargo, tenemos otros modelos pertinentes a nuestra realidad caribeña y latinoamericana, entre ellos el método Hostosiano que busca potenciar la razón en cada ser humano, para que aprender sea un proceso liberador, superando los rezagos de un entorno cultural y político que busca perpetuar la dependencia y el sometimiento que inculca el coloniaje.
He escuchado antes el mantra de que el sistema educativo no debe tener una filosofía educativa porque eso limita las posibilidades de crecimiento del educando. Esa posición, además de ser una visión limitada de la posibilidad de tener conceptos claros de lo que somos como pueblo y de las potencialidades del educando para aprender lo que es pertinente y desechar lo que su juicio crítico le sugiere, creo que encubre con ella el objetivo de educarnos para ser dóciles y conformes De niños se nos mal formó en nuestro sistema deseducativo, diciendo que éramos un país pequeño y sin recursos naturales. La implicación era que eso nos condenaba a la dependencia económica y a la subordinación política como una realidad insuperable. En la teoría colonial la metrópoli es imprescindible para la subsistencia del colonizado.
A E. Schumacher se atribuye la frase, teorizada en un libro sobre economía, de que lo pequeño es hermoso. Así, varias naciones pequeñas comenzaron a construir modelos económicos, basados en su soberanía que les permitía intercambiar bienes y servicios a base de lo que producían eficientemente para ser intercambiado por lo que no producían, pero eran bienes y servicios necesarios para el modelo económico que se construía. De este modo, se ha desarrollado Uruguay, Finlandia, Singapur, aun con sus tiempos cíclicos, Costa Rica, Panamá y otros países que son pequeños, pero han sabido construir modelos de desarrollo sobre la base del intercambio de bienes y recursos económicos. Este proceso de globalización del capital se da entre países que son socios comerciales sin ceder el ejercicio de su soberanía.
En nuestras escuelas hay reglamentos que prohíben formar asociaciones estudiantiles que tengan fines políticos. Esa prohibición es anti pedagógica porque aunque comprendamos que lo que se quiere suprimir es la política partidista, la política como ciencia es fundamental para evitar formar educandos enajenados de su realidad nacional. Nuestros estudiantes deben conocer el debate sobre el status político. ¿Qué es la Asamblea Constitucional de Status, qué beneficio en el proceso de la descolonización han producido los plebiscitos? ¿Cuál es la Propuesta de desarrollo del ELA del ex gobernador Aníbal Acevedo, cuál es la política de EE. UU sobre la doble ciudadanía, para establecer relaciones mutuamente beneficiosas con otros países?. ¿Qué señaló el informe GAO sobre las consecuencias de la estadidad para Puerto Rico, cuáles son formulas descolonizadoras en el derecho internacional? ¿Por qué la soberanía previa es requisito para que se pueda invocar la resolución 2625 de la ONU como instrumento de descolonización? ¿Es cierto que la ciudadanía americana es fundamental para nuestro desarrollo como pueblo y nuestra calidad de vida? ¿Qué otras opciones ofrece el derecho internacional y el derecho doméstico de EE UU sobre la doble ciudadanía? Nuestros estudiantes merecen una educación que analice y discuta estas preguntas, en un proceso que conduzca a respuestas fundamentadas para recibir una educación liberadora y pertinente a la realidad actual.