A la independencia por la rumba: los otros catalanes, los gitanos y la nueva Catalunya post Transición l

Agenda Caribeña
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“Catalunya ya es independiente”
El Gran Wyoming

En una entrevista reciente, el humorista y presentador televisivo conocido como El Gran Wyoming expresaba la opinión citada. Situaba esa frase en el momento en que, en los años noventa, se le prohibió traer al programa a un escritor catalán (Quim Monzó) porque se temía que podía criticar o reírse de la familia real. Para Monzón, el verdadero nombre del  humorista, ya en ese momento Catalunya era independiente porque tal literato no solo aparecía y escribía (y opinaba) libremente en todos los medios de comunicación del país sino que, añado yo, fue lectura obligada en las escuelas del país.

El gobierno y los principales partidos políticos de España hablan del proceso independentista catalán como algo provocado por un nacionalismo excluyente y retrógrado, que rechaza todo aquello que es español o que no se expresa en la lengua catalana. Esas demenciales interpretaciones, conciben lo que está ocurriendo como fruto de la enajenación del presidente, más una manipulación interesada de las masas por los medios de comunicación y la educación pública catalanas o, simplemente, asimilan el soberanismo a nazismo. Evidentemente, en ese esquema explicativo, difícilmente tienen cabida figuras como Peret y otros gitanos catalanes partidarios de la secesión o, al menos, de votar en un referéndum al respecto. Si en los años setenta, la rumba y el propio Peret eran la banda sonora de un tardofranquismo despreocupado, del turismo y el crecimiento económico, hoy existen múltiples grupos musicales rumberos de gente joven. Si Peret pudo representar internacionalmente en el concurso internacional de Eurovisión a la España franquista, él fue de los más ovacionados en el “Concierto de la Libertad” independentista y, ya difunto, su música sonó al final del 11 de septiembre de 2014, cuando ya se había conseguido formar la gran V humana.

La rumba catalana, inventada por su “rey”, aquel que consideraba tener tres lenguas (el caló gitano, el catalán y el castellano) es ahora una de las músicas más populares en Catalunya, es parte de la banda sonora del independentismo. Y cientos de jóvenes, la mayoría no gitanos y muchos catalanohablantes, están siguiendo la estela de Peret, cantando con múltiples acentos en castellano, catalán, euskera, francés, italiano o la lengua que les place, tocando incluso en el extranjero, sin renunciar a su(s) lengua(s) ni, muchos de ellos, a otra Catalunya posible, y al margen de España.