Yo soy la salsa - la nostalgia se apodera del Caribe

Cine caribe

Es un filme hermoso. Simplemente hermoso. Una pena que en el Caribe de Puerto Rico, la más reciente producción de cine pan-caribeñista, Yo soy la salsa, tributo a Johnny Pacheco (Dir. Manuel Villalona, República Dominicana, 2014), fue extrenado en Puerto Rico, el pasado 20 de noviembre, en una sola sala de cine.  Representando los 50 años de carrera musical del virtuoso del ritmo salsa y de origen dominicano, Johnny Pacheco, aunque vivido casi toda su vida en los EE.UU,  la película cuenta de cómo este jovencito a fines de la década de 1960 y principios de la década de 1970, tuvo la idea de conformar el grupo-gremio-patronal de salsa más importante en la historia de la humanidad: la Fania.

 

Es importante destacar que Pacheco tomó el nombre de un grupo de canto salsa-abakuá cubano,  que pregonaba la canción Fania.  Fania en lengua yoruba significa la familia, y donde el cántico Abakua, de las sectas de negros esclavos secretos, traído en el Siglo XX, conformaba el término familia de una forma más pesada: la familia que se protege.  Esta reflexión, en parte dada en el filme por el propio Johnny Pacheco, es también parte del subtexto que a lo largo de toda la película nos comparte el talentoso director Villalona: la Fania se creo, como sello disquero, representantes de artistas, y como una orquesta de estrellas de salsa, para promover la música de los mayores, de los ancestros, convertía en Nueva York, en un término unitario: salsa.

 

Utilizando el género del documental, la película va narrando dos historias: el despegue de la Fania a princpios de la década de 1970, bajo Johnny Pachecho, y el desarrollo de todos sus talentosos artistas. Estos desde Ismael Miranda, Celia Cruz, hasta Pete “El Conde” Rodríguez.  Por otro lado la película va narrando la vida de Johnny Pachecho desde su fragilidad a los 80 años, no en el ocaso de la vida, sino en otra etapa de la vida, pero iniciando con su juventud y liderato cuando apenas tenía 35 años.

 

La película, como documento histórico es muy valiosa. Luego del filme Fania in Africa de 1974 o Salsa, The Fania All Star lives de 1973, no existe mucha documentación de esta empresa musical, tipo gremio-patronal donde el Caribe, tanto de Puerto Rico, Cuba como de Republica Dominicana, entre otros países del Gran Caribe, expuso su arte musical.  En esta medida, más que un homenaje al final de su vida a la vida de Johnny Pacheco, Yo soy la salsa es un homenaje al legado que éste personaje caribeño, nos ha legado ya en vida.

 

La película tiene grandes momentos. La selección de la primera escena, pietaje de 1974, fue un gesto extraordinario del director Villalona. Esa es una sorpresa. Pero el final, no deja de ser más impresionante.  Dice Pachecho, “y cuando muera, quiero que sigan cantando Mi gente”, la canción imortalizada por el gran Héctor Lavoe Pérez, que Pacheco compuso.

 

Aché para nuestros mayores. Celebramos esta gran película caribeña, que hoy nos aporta a nuestra memoria histórica y colectiva. Una pena, que tanto la compañía de distribución del filmes, Weisner Distribution, la casa de cines, Caribbean Cinemas, y la principal estación de salsa de Puerto Rico y posiblemente el mundo, Z93, no se tomaron en serio la película. Muy pobre gestión de todos ellos. Pueblo, sean ustedes los más fieles y leales participes de nuestra historia: vayan a verla con toda la familia.