Migración: Puerto Rico el paraíso, EE.UU. el infierno

Caribe Hoy

Recientemente fue reseñada en la prensa comercial de Puerto Rico una nota en torno a al hecho de que la isla se había convertido en un paraíso para migrantes adinerados. En dicho artículo se explica sobre la estrategia de los políticos Boricuas en atraer inversionistas a la isla.

Leyendo bien este artículo, cualquier persona común y corriente puede darse cuenta que lo menos que está sucediendo con esta invitación a Estadounidenses a vivir en la isla es venir ayudar a la isla a salir del hoyo económico que vive actualmente. A caso, ¿a los políticos boricuas se les acabaron las ideas emprendedoras y de buen sentido para todos los puertorriqueños?

Mirando bien este artículo, habla sobre uno de los emprendedores que aceptó la invitación del gobierno de la isla para mudarse a vivir a un lugar acomodado en el sureste de Puerto Rico. Según su historia, él sale a trabajar todas las mañana de donde vive actualmente hacía su lugar de trabajo. Sin embargo, lo que a  muchos nos incomoda, molesta o, quizás, nos insulta, es el hecho de que cientos de miles de puertorriqueños se están escapando para los Estados Unidos a buscar nuevas oportunidades de empleos, y ningún gobierno, ya sea, local o Federal, le están dando los mismos beneficios que estos “acomodados” de los estados le están dando el gobierno de Puerto Rico en la isla. Si bien, los políticos de la isla dirán que ellos vienen a invertir capital a la isla. Sin embargo, uno se pregunta, ¿Cuál es la diferencia entre capital y preparación académica que tienen los profesionales que se están mudando para los Estados Unidos? A caso, ¿el capitalista no necesita preparación universitaria para saber manejar un negocio? Si esto es cierto (de cierto que lo es), entonces, ¿por qué se le da prioridad a estos inversionista estadounidenses, en vez de, dársela a los profesionales que se están yendo para la Florida, Nueva York, Texas u otro estado?

El desbalance de esta política es totalmente injusta porque mientras se les trata a estos inversionista como reyes en la isla, los puertorriqueños profesionales que se mudan para los Estados Unidos tienen que comerse “el hueso” buscando trabajo, competir con otros grupos minoritarios que están dispuesto a trabajar por salarios ridículos, y, seguramente, lidiar con el discrimen étnico que existe actualmente en Estados Unidos a la hora de someter el resume para una empresa. El discrimen es una realidad ya probada en los estados. El tener un apellido latino como “Rodríguez, Rosario, González u otro apellido hispano” es sinónimo de  no prestar atención a tu resume a la hora de aplicar por un empleo. La estigmatización contra el hispano en Estados Unidos es bien marcada y real. Sin embargo, cuando uno ve estos tipos de preferencia completamente injusta para la clase profesional de Puerto Rico, en su propia patria, uno tiende a  indignarse por completo.

Los boricuas profesionales que se han mudado para la Florida están luchando por sobrevivir. La mayoría de ellos están sometiendo resume, trabajando en restaurante–siendo profesionales y se ha sabido que muchos de ellos han tenido que dormir hasta en un automóvil. Ellos alegan que conseguir trabajo en Estados Unidos no es fácil. A  parte de que tienen que competir con mucha gente que, como ellos están buscando trabajo, los trabajos escasean. Adicional, los trabajos en el sur de los Estados Unidos siempre se ha sabido que son de poca monta o pocos pagados y con pocas probabilidades de obtener permanencia. Todas estas vicisitudes son las que están sufriendo nuestros hermanos boricuas en los Estados de donde vienen muchos de estos inversionistas que viven como reyes en el suroeste de la isla. Uno se pregunta, ¿por qué en los Estados Unidos no hacen lo mismo con los profesionales que se están mudando para allá en dejar que no paguen impuestos federales y otros beneficios como estos inversionistas que viven en la isla?

En la isla no existe justicia para la clase media profesional. El profesional no esta bien pagado en Puerto Rico, pagan muchos impuestos estatales y pagan altos los precios de la luz, agua, gas, renta, gasolina, etc. A parte de todo esto, tienen que mantener indirectamente a otros grupos dentro de la sociedad que no están aportando nada en absoluto a la economía local. Muchos de estos profesionales ven como se tienen que matar en mantener a su familia día a día, mientras que otros disfrutan de las ayudas federales y estatales les brindan; en su mayoría, estas personas pueden trabajar para mejorar el país, pero no lo hacen.

Por último, esos invitados bien acomodados que vienen de otros estados, en realidad, no están interesados en ayudar a mejorar la economía de Puerto Rico. Ellos aceptaron esa invitación porque les convenía económicamente porque sabían que se iban ahorrar dinero en no pagar impuestos federales. Si ellos han puesto un negocio en Puerto Rico ha sido por su conveniencia propia. Si el gobierno quiere mejorar la situación imperante y caótica que se está viviendo en la isla, primero debe hacer justicia hacía la clase social que sí está trabajando y pagando sus impuestos, no darle beneficios y preferencias a individuos que no le interesa para nada ayudar a los puertorriqueños, ni nunca le ha interesado la isla. Porque a la verdad, estos invitados acomodados solo buscan lo suyo: no pagar impuestos federales.