El representante Rafael Rivera Ortega propone programas sin sentido de prevención del crimen y comete plagio

Economia Solidaria

El representante del Partido Nuevo Progresista (PNP) Rafael Rivera Ortega presentó en el 2013 un proyecto de ley para promover la prevención contra el crimen que está siendo considerado en la Comisión de Educación y para el Fomento de las Artes y la Cultura de la Cámara de Representantes. El proyecto de la Cámara 670 requiere que el programa de orientación sobre delitos y visitas a las cárceles que se impuso en el 2001 al Departamento de Educación se extienda a las comunidades que circundan las escuelas donde se presta dicho proyecto. El objetivo de la propuesta es promover un mayor conocimiento sobre delitos y las consecuencias del crimen y así desincentivar la conducta criminal. Lo interesante del proyecto, al cual me opongo obviamente por ser simplista y mal dirigido, no es la propuesta sino el argumento elaborado en la exposición de motivos.

Comienza el proyecto afirmando lo siguiente, “La delincuencia es una conducta aprendida, como el lenguaje y el comportamiento cívico de los ciudadanos…”. ¿Realmente cree el representante que la delincuencia es una conducta aprendida? Resulta que en el imaginario del representante la delincuencia no tiene nada que ver con la desigualdad económica o social sino que se trata de que la gente no sabe lo que es un delito o que no tiene idea de lo que está bien o mal. En ese sentido, afirma el representante que “la reducción de la criminalidad no puede asegurarse en base a la sola acción de la justicia, porque es necesario elevar en paralelo el nivel general de la población”. ¿Elevar el nivel de qué? Dice el proyecto de ley que hay que “elevar en paralelo el nivel general de la población”. Me imagino que alguien habrá leído esa oración y se preguntará lo mismo que yo. Elevar en paralelo es un disparate. ¿Elevar la calidad de vida? ¿Elevar el nivel de vida? Si es a eso a lo que se refiere, entonces hablamos de justicia social, de nivel económico, de igualdad distributiva. Pero si se deja como está es un simple disparate extraído de algún texto que no comprendió el representante.

 Aparentemente, según lo que dice la exposición de motivos del proyecto, la criminalidad no tiene remedio. Según el representante, “si se diseña un programa para desplazar o reducir de la curva de la criminalidad una determinada categoría delictiva, simplemente surgirá otra sustitutiva, porque la cantidad y calidad de delitos, entendida como un conjunto, será siempre la misma”. La cantidad y la calidad de los delitos siempre será la misma, dice el proyecto de ley. Entonces si es así, ¿para qué elaborar planes de prevención? Esta mentalidad determinista tiene algo de confusión. Dice el legislador que la delincuencia, que es una conducta aprendida, es siempre la misma y que los delitos se sustituyen con nuevos delitos cuando son reducidos. Si eso es así, entonces lo que tenemos que hacer es tratar de mantener la delincuencia en los mismos niveles, pero como eso será siempre igual no deberíamos destinar fondos públicos para hacer nada al respecto porque por más fondos que gastemos siempre será igual el nivel de delincuencia.

La propuesta del representante Rafael Rivera Ortega, además de ser un disparate sacado de contexto, es un plagio. En el artículo de 1999 escrito por Juan Martín Echeverría, en el periódico El Universal.com, podemos ver el siguiente párrafo:

“La delincuencia es una conducta aprendida, como el lenguaje y el comportamiento cívico de los ciudadanos; en ese contecto (sic) hay una infinita interdependencia entre las diferentes formas de criminalidad y sus implicaciones, así por ejemplo, si se diseña un programa para desplazar o reducir de la curva de la criminalidad una determinada categoría delictiva, simplemente surgirá otra sustitutiva, porque la cantidad y calidad de delitos, entendida como un conjunto, será siempre la misma y ya es un xito (sic) extraordinario lograr que el crecimiento delictivo no sea superior al índice de crecimiento de la población”.

 El texto del periódico El Universal de 1999 es idéntico al texto introductorio de la propuesta de Rafael Rivera Ortega, la cual fue presentada en el 2007, con el mismo texto, y en el 2013, la cual ahora está siendo considerada. Los representantes Héctor Torres Calderón y Brenda López de Arrarás radicaron el proyecto 1958, el 8 de mayo de 2014, el cual incluye exactamente el mismo texto plagiado que Rafael Rivera Ortega utilizó en el 2007 y en el 2013.

Nuestros representantes tienen un problema. Plagian escrito y olvidan hacer la indicación de que fue tomado de otra parte. Sacan de contexto artículos sobre la criminalidad que no tienen idea de lo que significan y no los estudian y luego hacen política pública con este tipo de mediocridad. La pregunta que nos debemos hacer es, ¿hasta dónde vamos a seguir con este tipo de legislación? Es importante el tema de la criminalidad, y claro que es importante que se hagan esfuerzos para promover la ética social y política, pero con nuestros legisladores actuando con este tipo de descuido e irresponsabilidad tenemos que preguntarnos si será posible resolver el problema de la criminalidad. No le pido a ninguno de ellos que sea modelo para nadie, pero que se comporten con un grado de seriedad y responsabilidad es un requerimiento que le podemos hacer.

Ver http://www.eluniversal.com/1999/01/17/opi_art_OP9.

Crédito foto: Victor, www.flickr.com, bajo licencia de Creative Commons (https://creativecommons.org/licenses/by-sa/2.0/)