Negros y latinos en la mira de la policía blanca en los EE.UU

Agenda Caribeña
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altLos latinos y afro estadounidenses son blancos de la violencia policial, más que otras minorías, confirman hoy los más recientes hechos de violencia en el país.


Grupos comunitarios y analistas locales opinan que ser parte de esos grupos es como tener un cartel que invita a los agentes a disparar sus armas ante cualquier sospecha.

Este lunes el afronorteamericano Terrance Kello murió en Detroit a causa de los disparos de un agente federal dentro de su propia casa.

El periódico The Detroit News informó que la víctima presuntamente amenazó al uniformado con un martillo cuando un equipo de captura de la ciudad respondía a una denuncia de robo a mano armada.

Probado o no, el hecho puede inscribirse en la larga lista de abusos policiales que alcanzan hoy su mayor apogeo en las protestas en Baltimore, en el estado de Maryland, por la muerte del afroamericano Freddie Grey, de 25 años, fallecido el 19 de abril tras sufrir heridas graves cuando se encontraba bajo custodia policial.

Desde comienzos de la década de 1980 se registraron en el país al menos una decena de episodios de violencia asociados a la actuación de miembros de la policía contra ciudadanos de raza negra.

Una extensa relación iniciada en mayo de 1980 cuando 15 personas murieron en Miami luego de resultar absueltos cuatro policías blancos acusados de la muerte de un joven de raza negra, ilustra el problema que llevó al presidente Barack Obama a involucrarse en la búsqueda de una solución.

En Los Angeles, California, el 29 de abril de 1992, cerca de 60 personas perdieron la vida cuando los uniformados atacaron a manifestantes que protestaban por la absolución de los cuatro policías que propinaron una brutal paliza a un ciudadano negro, un hecho que conmocionó al país.

La violencia de los oficiales también se puso de manifiesto en Cincinnati (Ohio) en 2001, en Oakland, California, el 7 de septiembre de 2010, por citar dos ejemplos.

Durante 2014 la muerte de cuatro jóvenes afroamericanos resultó en violentos disturbios en varias ciudades, en todos los casos la policía aplicó la fuerza en forma desmedida contra sus víctimas.

Pero, la crisis que muchos consideran sistémica, también afecta a los latinos ya sean inmigrantes indocumentados o residentes legales en Estados Unidos.

El fin de semana, Héctor Morejón, un joven de 19 años de procedencia hispana, falleció a causa de los disparos de un agente de policía de Long Beach, una ciudad del condado de Los Ángeles, en California, lo que aviva las protestas contra los presuntos excesos policiales y evidencia las tensiones raciales en Estados Unidos.

Otro hispano, el inmigrante guatemalteco de 20 años, Amílcar Pérez, murió a manos de la policía de San Francisco, el 26 de febrero, y según el abogado de la familia el muchacho recibió cuatro disparos en la espalda, otro en el brazo y uno más en la cabeza.

Tal vez estos hechos llevan a muchos estadounidenses, incluidos aspirantes a llegar a la Casa Blanca en las elecciones de 2016, a buscar una urgente reforma al sistema de justicia penal antes los excesos y la impunidad de la policía.

Como ejemplo de la represión policial un comentario del diario The New York Times planteó recientemente que el actual sistema penal permitió el encarcelamiento de una generación de hombres jóvenes, en particular los afroamericanos.

Para organizaciones como la Unión de Libertades Civiles de Estados Unidos (ACLU, por sus siglas en inglés) la discriminación racial suele ser el primer paso en el maltrato contra las minorías, como reflejan los casos más recientes de abusos y muertes.