Petición para remover calentadores en El Yunque

Cartas de un(a) Antillano(a)
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altEntérate de la siguiente petición que por medio digital circula, solicitando al presidente Obama remover calentadores en El Yunque colocados con el propósito de crear modelos de cambio de clima. Este asunto no se ha traído a la discusión pública y ha recibido muy poca atención de la prensa.

Reproducimos la petición completa en español, ya que la original se redactó en inglés a través de un blog especializado en Australia.

Al final de este boletín te proveemos el enlace de la petición para firmarla.

Te proveemos un correo para si deseas comenzar a circular la petición a la mano y recoger firmas para envío en correo regular, puedas comunicarte y obtener copia de la petición en formato adecuado.

Presidente Obama: Por favor, ordene al Depto. de Agricultura de Estados Unidos y al Depto. de Energía remover los calentadores del bosque pluvial El Yunque

El bosque pluvial El Yunque es una región ecológica de 28 000 acres localizada en la parte oriental de Puerto Rico, rodeada de áreas densamente urbanizadas con estructuras en cemento. Lo maneja el Depto. de Agricultura Federal y su agencia subsidiaria, Servicio Forestal. Otras agencias federales también intervienen en su manejo y el otro nombre por el cual se le conoce “Bosque Experimental de Luquillo” es indicativo de que se le utiliza para experimentos militares. Es el único bosque pluvial bajo control del Gobierno de Estados Unidos, luego de obtenerlo bajo el Tratado de París de 1898. Las agresiones de las agencias federales de Estados Unidos a El Yunque son numerosas. En la década del 1960 el Pentágono experimentó en El Yunque y otros bosques de Puerto Rico con los yerbicidas muy peligrosos comúnmente conocidos como “Agente Naranja” y “Agente Blanco” como también con muchas otras sustancias antes de su campaña de defoliación sobre Vietnam. También en la década del 1960, la otrora Comisión de Energía Atómica sometió por 92 días a áreas de El Yunque a emisiones de radiación gamma de isotopos de cesio-134. En el 1986 se decubrió un plan de la agencia del Servicio Forestal para talar una sexta parte de El Yunque y entregarla a una empresa madedera estadounidense, el cual se logró detener gracias al repudio general del pueblo. El año pasado se reveló otro experimento destructivo en ciernes. El camino se había preparado en las décadas del 1990 y 2000 con un plan de manejo de Servicio Forestal y nueva legislación federal que expandió las fronteras del área fίsica del bosque bajo control de Estados Unidos y añadió otros recursos naturales. La “Ley Pública” (PL) 107-365 aprobada en el 2002 hizo posible la apropiación de tres ríos prístinos, colocándolos bajo el manejo del Depto. del Interior y su agencia subsidiaria, Pesca y Vida Silvestre mientras que la PL 109-118 aprobada en el 2005, que contó con apoyo amplio de Hilary Clinton y Charles Schumer, añadió 10 000 acres adicionales de bosque y los puso bajo el control de las agencias federales de Estados Unidos.

 El nuevo experimento consiste en calentar predios con configuración hexagonal de tal forma que se calienten el suelo y dosel al mismo tiempo para que no haya escape posible para la flora ni la fauna. Esto se lograría instalando calentadores a largueros conectados a postes en cada una de las seis esquinas de cada hexágono. El nombre del proyecto es “Respuestas tropicales a un experimento de clima alterado” con fondos del Depto. de Energía. Molly Cavaleri, quien encabeza el proyecto, es una especialista en fisiología de árboles y estudia en la Escuela de Recursos de Bosques y Ciencia Ambiental del Instituto Técnico de Michigan. Se le citó como emocionada cuando lo que se dispone a hacer es destruir lo que ni construyó ni le pertenece. “Este es el primer experimento de campo de su clase en un bosque tropical”, dijo. “Estaremos manipulando el ambiente, calentando sus hojas y ramas del dosel y también las plantas pequeñitas del suelo, no meramente observando”. Las otras dos investigadoras principales son Tana E. Wood y Sasha Reed, ambas trabajan para agencias federales.

Se debe cuestionar la ética de quemar vida salvaje para obtener supuestos nuevos conocimientos no importa donde se lleve a cabo. En el caso de Puerto Rico, una isla pequeña con un bosque pluvial hermoso, también pequeño, no existe posibilidad de zona de amortiguamiento. Las especies en peligro de extinción como la cotorra puertorriqueña y el frágil coquí correrán aún mayores peligros y otras habrán de modificarse de forma que se altere el sistema ecológico completo y se ponga en tensión su coexistencia con la población humana. Los abastecimientos de agua de sus ricos acuíferos se van a ver en peligro cuando la alteración de la temperatura del suelo y dosel incida en el ciclo de agua. Al presente este ecosistema se encuentra en gran tensión debido al efecto de “isla de calor” que producen las áreas urbanas circundantes y a una sequía que ha forzado a que se imponga un racionamiento de agua precisamente a la parte oriental de la Isla. Finalmente, el dilema del estatus colonial de Puerto Rico y los designios imperialistas de Estados Unidos sobre su tierra y sus recursos hacen de este asunto un problema internacional.

Project Description - Tropical Responses to Altered Climate ...

www.forestwarming.org/project-description.html

Will Climate Change Hurt Tropical Rainforests? Scientists ...

www.mtu.edu › Michigan Tech News › 2014 › June

Attorney Claims Puerto Rico Was Unlawfully Exposed to ...

repeatingislands.com/.../attorney-claims-puerto-rico-was-unlawfully-exp...

En el enlace encuentras la peticion en inglés.

http://www.thepetitionsite.com/takeaction/322/438/683/

Crédito foto: Harvey Barrison, www.flickr.com, bajo licencia de Creative Commons (https://creativecommons.org/licenses/by-sa/2.0/)