Washington- Usando azúcar, silicona y una impresora 3D un grupo de bioingenieros creó un implante con una red de vasos sanguíneos, divulgó hoy (ayer) la revista Noticias de la Ciencia y la Tecnología.
Expertos de las universidades de Rice y cirujanos de la de Pensilvania, ambas en Estados Unidos, aseguraron que este constituye el primer y prometedor paso hacia el desarrollo futuro de tejidos artificiales y hasta órganos, destinados a los trasplantes.
La publicación destacó que esta línea de investigación y desarrollo podría proporcionar una estrategia para superar uno de los retos más grandes de la medicina regenerativa: cómo suministrar oxígeno y nutrientes a todas las células en un órgano artificial o implante de tejido.
Actualmente se precisan días y hasta semanas para hacerlas crecer en el laboratorio, con anterioridad a la operación en la que se le trasplante al sujeto receptor.
El nuevo estudio, liderado por Jordan Miller, muestra que la sangre fluyó con normalidad a través de las estructuras de prueba, conectadas quirúrgicamente a vasos sanguíneos nativos.
"Uno de los obstáculos en la ingeniería de grandes tejidos artificiales, como hígados o riñones, es mantener vivas a las células de su interior", explicó el científico.
El grupo busca ahora una forma viable de implantar una estructura impresa en 3D a la cual ellos pudieran conectar directamente las arterias anfitrionas y conseguir de forma inmediata la perfusión.
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