El Congreso abandona a Puerto Rico: ¿La independencia, la única salida?

Economia Solidaria

(San Juan, 10:00 a.m.) En el cierre de la jornada del Congreso de los EE.UU., donde se presentó el ómnibus legislativo para el presupuesto fiscal de dicho país, se excluyó a Puerto Rico, como recipiente de alguna medida que le pueda ayudar a salir de la crisis económica. Salvo unos beneficios para los hospitales recipientes de beneficios de salud federal, que representa una inversión anual a la economía local de $90 millones de dólares, nada más consiguió el país.

La indiferencia del Congreso, es una razón adicional para el cambio de decisión que tomó el gobernador de Puerto Rico, Alejandro García Padilla, al decidir no aspirar a un segundo mandato. Más allá de desear dedicar sus esfuerzos a asistir a Puerto Rico a salir de la crisis fiscal, el gobernador fue derrotado, tanto por miembros del Partido Republicano como por miembros del Partido Demócrata, cuando estos no pudieron ponerse de acuerdo en cómo ayudar a Puerto Rico. A lo largo del 2015, el gobernador García Padilla concentró todos sus esfuerzos en lograr legislación a favor de la isla en el Congreso. No lo consiguió, por lo tanto, no tiene nada que celebrar.

Ahora bien, la respuesta del poder metropolitano, en la relación colonial de Puerto Rico con los EE.UU., es un momento importante para reconsiderar el futuro del país. Desde esta medida, la opción que en dicha relación colonial se ve como natural, es ir a Washington a buscar remedios para nuestros males. No obstante, al no ofrecer Washington una solución a nuestros males, nos plantea la posibilidad de explorar otras opciones.

El momento plantea una situación que es tal vez de oportunidad. Por primera vez, las opciones de profundizar en la relación colonial dentro del Estado Libre Asociado, o la de explorar la anexión de la isla a los EE.UU, no se ven como opciones reales. Washington le ha cerrado la puerta a Puerto Rico, por lo pronto a nivel del responsable inmediato de la isla, el Congreso. Esta falta de voluntad del Congreso, permitiría explorar una opción como alternativa: la búsqueda de la independencia de Puerto Rico.

Para las fuerzas sociales afines o no a la causa de la independencia de Puerto Rico, la presente situación debería permitir llevarnos a un punto común de diálogo. Buscar la independencia plena de la isla, es decir alcanzar tener poderes soberanos, es lo que nos permitiría salir de la presente coyuntura donde el abismo económico, y de paso el caos social o político, parece tan cercanos.

La independencia de Puerto Rico podría permitir una opción nueva: si Puerto Rico no existe hoy, como nación soberana, de reclamar la independencia y convertirse en una nación soberana y autónoma, ¿quién pagaría las deudas de la era colonial? Nos parece que Washington, como poder soberano en la relación colonial.

Exploremos lo único que no hemos intentado, como pueblo y de forma colectiva: ser libres. A partir de dicho momento, entonces podremos negociar mejor nuestras deudas, problemas y preocupaciones. Pensemos.

Crédito foto: Lawrence Jackson, Wikimedia Commons, bajo licencia de dominio público