Todo indica que vivimos en un profundo cambio social de representaciones, donde lo que antes veíamos como normal, hoy es altamente cuestionado. Es como si estuviéramos viviendo, casi casi, el último día de la humanidad y de repente todas las respuestas a los problemas sociales, encuentran contenidos mucho más radicales que aquellos que nos invitan a la calma. Me pregunto, ¿Estaremos atravesando por un cambio o transformación cultural que provoca mucha inestabilidad?
Si los estados de la federación de los EE.UU pueden regular los matrimonios, no es menos cierto que el mensaje que pronunció el presidente de toda la nación de los EE.UU, tiene un hondo impacto en la psiquis nacional como a su vez en la internacional.
En esta medida, hablar de política a partir de un pronunciamiento oficial, aunque arriesgado, es la única forma de entender lo social: cuando el presidente habla, su alocución ya refleja que hay nuevos entendidos de lo cultural que nadie ni nada puede detener. En esta medida, el pronunciamiento del presidente a favor de los matrimonios gay, simplemente refleja que los tiempos han cambiado, y que la cultura en la cual vivimos, comienza a ser mucho más flexible. El que estaba tarde en el comentario, lo era el propio presidente. El cambio cultural, tal vez, ya anda en la víspera de un nuevo momento.