Race y la lucha infinita contra el racismo

Cine caribe

La película Race (Dir. Stephen Hopkins, Canadá, 2016) narra la vida del atleta afro-norteamericano Jesse Owens. Ganador de cuatro medallas de oro en las Olimpiadas de Munich 1936, Owens fue un hombre que para su tiempo supo comprender que fue el racismo, como repudiarlo, y como ser solidario con los que como él eran discriminados. Esto incluyó a los judíos, y a los disidentes políticos.

La película nos explica, a son de drama-documental, como fue la vida de este joven atleta, cuyo sueño para salir de la pobreza, para él y para los suyos, fue a través del deporte de pista y campo. La película se inserta en el debate dentro del seno del Comité Olímpico de los EE.UU., el cual se debatía si participar o no en las olimpiadas organizadas por el régimen Nazi dirigido por Adolf Hitler. Owens, no obstante, demostró que, pese a su pragmatismo deportivo, el principio de no permitir el racismo, contra él por ser negro, o contra otros discriminados, siempre estuvo presente en su vida.

La película fue producida y filmada en Canadá, con un presupuesto ínfimo de $5 millones de dólares, los cuales fueron pagados por la fundación de Jesse Owens, la cual controla su familia, en particular las tres hijas que tuvo con su esposa de toda la vida, Ruth Owens. Al presente, y habiendo sido distribuída en tres mercados (Canadá, EE.UU., e Italia), la película ha producido sobre $21 millones de dólares.

El talento que se incorpora a la película es de primera. En el papel de Owens está el Stephen James, actor canadiense, quien supo asumir de forma muy esplendida su papel. Por otro lado, su maestro y entrenador atlético, y amigo por el resto de su vida, lo fue el entrenador Larry Snyder (Jason Sudeikis), quien hizo un buen papel. Por otro lado, en el reparto de villano y héroes, sin uno saber bien quien fue quien, se encontraban dos grandes actores: por un lado, William Hurt, quien interpretó a Jeremiah Mahoney, y por otro lado Jeremy Irons, quien interpretó a Avery Brundage. Estos dos son parte de la lógica de los opuestos dentro del Comité Olímpico de los EE.UU.

La película es interesante, y desde el principio hasta el final, por lo pronto en mi caso, uno se inserta en un llanto suave, dado el dolor que provoca dicho pasado donde el racismo era abierto y manifiesto. No obstante, la película se inserta en otros temas, bastante controversiales, como lo son el homenaje in-sensible, que se le rinde a la cineasta pro-nazi, Leni Riefenstahl. Contrario a término, la señora Riefenstahl, pese a la grandeza de su obra, fue una abierta colaboradora del régimen nazista, quien se escapó del juicio de Núremberg, sólo bajo la acreditación dudosa que ella era una “compañera de ruta” y participé directa de la historia. Discrepamos. Ella filmó lo peor de un régimen racista, y nunca se opuso. Tan controversial ella, como el filósofo de la crítica invisible, Martin Heidegger.

En fin, que Race es una extraordinaria película que deben ver. Lloren o no lloren en el transcurso de los 134 minutos, la deben de ver.