“Quien trabajará”, así dice el coro de una canción que inmortalizó el afro-descendiente boricua y gloria de la salsa, Luigi Texidor. Es curioso, pues se trata de una canción, como tantas otras, que cuestiona la ética del trabajo. Esta canción, de la mano de la canción del Gran Combo de Puerto Rico, “no hago más na”, nos recuerda que el trabajo es una ética, que recientemente, tal vez en los últimos dos siglos, lo ha controlado el capital y el mercado. Que antes lo controló el feudalismo y la esclavitud. Aunque es importante pensar, que el trabajo se exalta como parte de una disciplina que doméstica al alma. Pero realmente el trabajo es parte de una cultura de explotación.
Los afro-descendientes del Caribe, ya sea a través de El Gran Combo o de Luigi Texidor, lo tienen bastante claro al afirmar, de forma contradictoria, una negación al trabajo. Sobre todo al trabajo explotador. No hay que ser descendiente de esclavo para negar el trabajo como una obligación.
En un Puerto Rico, por ejemplo, racialmente mixto, al día de hoy la tasa de participación laboral es a penas 39.7 por cada 100 personas. Para nada que la gente pasa hambre en esta parte del Caribe. Por el contrario, lo que la gente hace es buscar formas saludables de relacionarse con el trabajo: se trabaja lo necesario. Lo que sea innecesario, que se acumule en descanso y en pasarla bien.