OTRA VEZ LACERADA LA IMAGEN DE PANAMÁ

Economia Solidaria

alt(San Juan, 3:00 p.m.) La República de Panamá posee una de las desigualdades económicas y sociales más grandes de toda América. En ella, un pequeño grupo oligárquico controla la mayor parte de los ingresos. En las comarcas indígenas y en las zonas rurales, esta diferencia es mucho mayor. La oligarquía panameña controla todo el andamiaje gubernamental en esta nación. Los partidos políticos responden a sus intereses de clase. Esta oligarquía se opuso a la reversión del Canal de Panamá de parte de Estados Unidos, pero ha controlado todas sus ganancias desde que este es administrado por Panamá.

Recientemente, Panamá ha estado involucrada en un escándalo internacional relacionado con las cuentas “offshore” que existen en sus bancos. Debido al “secreto bancario” que existe en este país, estas cuentas han crecido vertiginosamente con dinero procedente de todas partes del mundo. Las mismas pueden ser (o han sido) utilizadas para el “blanqueo” de dinero, actividades ilegales y muy peligrosas, como el narcotráfico y el terrorismo. Los datos sobre las transacciones de las cuentas “offshore” en Panamá, fueron divulgados por un periόdicho alemán y el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación con sede en Washington. Se sabe que este consorcio de periodistas está al servicio del Departamento de Estado. Parece y es muy creíble que con esta revelación, Estados Unidos pueda desestabilizar los gobiernos de los llamados “paraísos fiscales” y que esos grandes capitales se depositen en Estados Unidos por la estabilidad del gobierno.


Las cuentas “offshore” en Panamá son abiertas por personas o corporaciones de países extranjeros. La información sobre las mismas está protegida por la legislación panameña y por el secreto bancario. Éstos documentos fueron sustraídos de los archivos del bufete de abogados Mosaak-Fonseka. Este estudio legal está especializado en el establecimiento y creaciόn de cuentas bancarias offshore y tiene presencia en todos los continentes. Uno de los beneficios que tienen estas cuentas es que el dinero depositado en ellas, no paga contribuciones en el país de origen. Muchos países consideran esta actividad como ilegal. Con la revelaciόn de los documentos de los documentos Mosaak- Fonseca, se ha demostrado que una parte de la elite mundial (política, económica, financiera y deportista) posee este tipo cuentas en Panamá.

Otro escándalo internacional que ha movido los cimientos de la oligarquía panameña, es la inclusiόn de las empresas Waked en la “Lista Clinton” de Estados Unidos. Este poderoso país, incluye empresas y empresarios en una lista de compañías o individuos dedicados al narcotráfico o que promueven el terrorismo. Con estas compañías o individuos, se les prohíbe a los ciudadanos estadounidenses y a empresas de este país, hacer negocios. Esta medida represiva, da al traste con el comercio de ėstos, afectándole su prestigio, sus ventas y limitando su acceso al crėdito. Se señala que esto es una violaciόn a los derechos humanos, porque no tienen derecho a defenderse.

Estos dos sucesos han empañado la imagen internacional de Panamá, pero especialmente de su oligarquía. Son los grandes empresarios, como la familia Waked, los que se perjudican. Por años Panamá ha sido conocida como una “lavandería”, porque sobre los depόsitos que se hacen en sus bancos, no se tiene que informar su procedencia. Con este sistema, las mafias colombiana y de otros países dedicadas al narcotráfico, depositan grandes sumas de dinero en bancos de Panamá. Con este dinero mal habido, se financian grandes obras inmuebles en Panamá, especialmente grandes condominios que permanecen vacíos durante casi todo el año. De esta forma el dinero se “limpia” y se legaliza. El Centro Internacional Bancario que existe en Panamá, se presta para esa actividad ilegal. Hay otros mėtodos e instituciones que se utilizan en el lavado de dinero en Panamá. Se señala a la gran cantidad de juegos de azar que hay en el país, además de otros negocios como los casinos.

Las empresas Waked, tienen más de 60 subsidiarias en Panamá. Las mismas emplean unos 6,000 trabajadores. Actualmente el gobierno tiene “preocupaciόn,” debido al desempleo que un cierre de estas empresas podría causar. Frente a estos hechos, el Colegio Nacional de Abogados, reaccionό pidiendόle al gobierno que defendiera la soberanía nacional y que haga su propia investigaciόn. No conocemos que este gremio profesional se haya expresado contra el militarismo, la hegemonía de Estados Unidos y su intromisiόn en Panamá.

Se espera que en las prόximas semanas nuevas compañías panameñas, que son propiedad de reconocidos miembros de la oligarquía sean incluídas en la Lista Clinton.