Ante el desprecio de Uber, que venga Rober

Economia Solidaria

(San Juan, 11:00 a.m.) En el día de ayer, en conferencia de prensa, la Comisión de Servicio Público por vía de su presidente, Omar Negrón, le ofreció un permiso especial a la compañía multinacional de transportación pública, Uber. La misma fue rechazada por Uber, quien no reconoce que, en Puerto Rico, la agencia que tiene control sobre el sistema de transportación pública para fines turísticos sea la Comisión de Servicio Púbico en conjunto con la Compañía de Turismo.

Por el contrario, Uber piensa que ellos son el equivalente a un servicio de transportación pública (tipo guagüitas pisa y corre) individualizado, por lo cual deben ser regulados como cualquier otros “carro público” por el Departamento de Transportación y Obras Públicas. Ante esta postura, Uber rechazó en el día de ayer el ofrecimiento de la Comisión de Servicio Público.

En los pasados años el capitalismo en los EE.UU. abrió una nueva franja de acumulación llamada la economía del compartir (sharing economy, por sus siglas en inglés). La misma parte de la premisa que la acumulación de bienes en la economía de la familia particularizada, tiene instancias que pueden ser explotadas para lucro personal/familiar. El único inconveniente de dicha nueva lógica de acumulación, es que el estado regula, y como tal, los nuevos proponentes deben en todo momento “derrotar y derrocar” al estado.

El debate actual entre Uber y el gobierno de Puerto Rico es consistente con el proyecto de los proponentes de la economía del compartir. Es decir, hay mucho estado, que regula por formas de derecho administrativo, y sobre todo hay mucha competencia que “está anquilosada”, que no suple a las necesidades de las “personas jóvenes con una cultura más moderna”. En fin, que la no regulación, o la regulación minimalista, es el norte de empresas como Uber, en el área de transportación colectiva.

Lo interesante es que Uber no es la única empresa que está intenando entrar al mercado en Puerto Rico. Es simplemente la que tiene el aval, o ha invertido en la publicidad, mediante la creación de un debate público nacional en cuanto a si pueden trabajar en Puerto Rico o no. Bajo esto, ha vendido lo cual es falso y esto ya se ha demostrado en los estudios de mercado y finanzas a los que ha sido expuesta la empresa en los EE.UU., que un operario de auto de ellos, ganaría sobre $40 mil dólares al año. Dicho esto, y bajo falsa información, Uber ha pretendido vender un sueño a los boricuas que viven en la desesperación económica.

En todo caso, lo que debemos promover ahora es una lógica boricua ante la economía del compartir que promueve Uber. Promovamos la creación de Rober, una forma cooperativa de transporte individual, que no compita con los taxis reglamentados por la Comisión de Servicio Público, ni con los carros públicos regulados por el Departamento de Transportación y Obras Públicas.

Pensemos en Rober, que sea una empresa adscrita a la comunidad, y que permita que allí donde usted vive, un grupo de vecinos ofrece un servicio que sale y regresa a su comunidad. Que sólo puede transportar miembros de la comunidad, y que la riqueza que se cree, sirva para reinvertirla en su propia comunidad. Pensemos.