En Bolivia se dan de momento muchos debates importantes. Pero uno de ellos, promovido por el presidente Evo Morales, es el que promueve que se de mayor bienestar en la población, y en particular en la más pobre, para transformar los indicadores de desigualdad, y de esta forma reducir la protesta social. Para un asunto simple, pero realmente hablando, se trata de una gran complejidad: desde su independencia en 1825, en Bolivia se ha promovido y sostenido la desigualdad social, y particularmente el discrimen étnico, como forma primaria de acumular riqueza y hacer país. Cambiar esta cultura, es un proyecto monumental.
Como parte de este proyecto, se promulgó en el año 2011 la Ley Avelino Siñani - Elizardo Pérez, la cual promueve que “la educación es comunitaria, democrática, participativa y de consensos en la toma de decisiones sobre política educativas, reafirmando la unidad en la diversidad” (citado en el libro de René Flores Ticona, Educación Socio Comunitario Productivo en Aula). De esta forma se va promoviendo un cambio democrático en el aula, y sobre todo que los estudiantes, maestros y comunidad escolar participen en el desarrollo educativo del país.
Sin lugar a dudas, se trata de un proyecto de fundar país. Ya veremos como le va este país en la próxima generación. En particular, en un lugar donde hasta hace apenas seis años, el 63% de la población, de origen indígena, eran abiertamente discriminados.