Serie Especial Bolivia: Solsticio de Invierno

Cultura

“AÑO NUEVO AYMARA” TIWANAKU - BOLIVIA

Hoy se celebra el nuevo año de los Aymaras, un grupo indígena de Bolivia. A lo mejor esto no hace sentido para el resto del planeta, pero para el pueblo de Bolivia, tanto para uno de los grupos indígenas de más de 32 etnias (60% de la población) como para el resto de la población esta fecha comienza a ser significativa. Hasta hace poco, se trataba de una fiesta étnica no nacional. Bajo la presidencia de Evo Morales, se reconoció este día como un día oficial de celebración.

El día marca algo más importante – el año nuevo Aymara comienza el 21 de junio, con el solsticio de invierno y con el inicio de un nuevo ciclo agrícola (nueva época de siembra). Este es el momento elegido para la celebración del Año Nuevo Andino, los amautas “Sacerdotes andinos” han encontrado el punto clave para que retorne el reordenamiento de la tierra. Esta fiesta está perfectamente integrada en la cultura andina, y nada ha podido desenraizarla de sus corazones.

Los antiguos indígenas agricultores del altiplano andino, se regían por la observación de diversos fenómenos astronómicos para guiarse en los momentos que debían iniciar las diversas faenas agrícolas y ganaderas, como siembras, cosechas y esquilas a los camélidos andinos. Es el momento del comienzo de un año nuevo, con la voz de sus ancestros, en el canto eterno unido al corazón de la Madre Tierra y a la del Universo “Pachamama y Pachakama”. Para los indígenas andinos se da una ceremonia con el brillo de los primeros rayos de Sol y la esperanza de unidad del universo que inspira a unificar los corazones en la alegría de la vida y a entender el viaje sagrado.

"Este día los primeros rayos de Sol penetran por la puerta del templo de Kalasasaya e iluminan al magnífico Monolito “Ponce". Los andinos de Bolivia, Chile y Perú, celebran este día el inicio del año nuevo andino, en medio de ritos y ofrendas al Inti (Sol) y a La Pachamama (Madre Tierra) quienes invocan también la fertilidad de la tierra con el sacrificio de llamas, cuya sangre es una ofrenda al Sol y la Tierra y a otras deidades andinas para asegurar la prosperidad agrícola y pecuaria.

El sentido del rito es asegurar la reproducción de la vida con las bendiciones del Sol para la siembra y la cosecha y este rito rememora antiguas prácticas de las comunidades aymaras.

Para mayor información: http://www.turismoboliviaperu.com