Boricuas, ¿Por qué perder si siempre podemos ganar?

Agenda Caribeña
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altLa palabra “ganar” puede ser definida como obtener una victoria, conquistar, tomar, alcanzar una meta, llegar a algún lugar que se pretende, aventajar o exceder a uno, merecer, prosperar, mejorar. Es común pensar que, si no se gana, porque se obtuvo un resultado distinto al esperado, se pierde.

El énfasis en la victoria puede estar relacionado con el instinto y necesidad de supervivencia que tenemos los humanos. La sensación de ganar nos provoca un sentimiento de placer y bienestar. Nos da una nota buena. Nos sube el ánimo, la auto estima. Así que todos queremos ganar para sentirnos triunfadores.

Particularmente en los deportes, ganar es el objetivo. Para ello se compite. A veces nos encontramos frente a un equipo desvalido (“underdog”). Por pensarlo a ese equipo en la rueda de abajo, no se le da ninguna posibilidad ni se espera nada de él. De repente, ocurre una virazón y el equipo desvalido resulta triunfador. Ese puede ser el ejemplo que dieron los Criollos de Caguas, con su victoria en la Serie del Caribe. Ellos demostraron que la perseverancia, el compromiso y la confianza son factores importantes para obtener el éxito.

Desde pequeña se me dijo que en la vida hay que llevar dos sacos, uno de ganar y otro de perder. Sin embargo, ahora que tengo otra perspectiva de vida me cuestiono porqué que tengo que llevar un saco de perder.

Y qué, si en vez de llevar un saco de perder, llevase un saco de experiencias transformadas. Si se pudiera aprender que un resultado no esperado no es una derrota. Si se pudiera entender que detrás de cada llamada “experiencia negativa” hay un aprendizaje. Si se pudiera entender que cada uno de nosotros tiene la capacidad única, individual e independiente, de transformar un pensamiento o una experiencia. Si se entendiera que lo único que se necesita para transformar pensamientos y experiencias negativas, es tener la voluntad y la valentía -única, individual e independiente- para hacerlo.

Entender que tenemos el poder de transformar pensamientos, experiencias y situaciones negativas a lecciones de positivas de vida, es un acto de poder. Entender ese poder es saber que, a pesar de cualquier apariencia externa, siempre podemos ser ganadores si lo queremos y tenemos la voluntad para ello.

Entonces me pregunto, si esto es así de fácil, por qué ser perdedor cuando siempre podemos ser ganadores. A mover voluntades gente, que con perseverancia, compromiso y confianza también podemos ganar la serie mundial de nuestras historias personales. Seamos triunfadores.