Experiencia de Dios

Espiritualidades
Typography
  • Smaller Small Medium Big Bigger
  • Default Helvetica Segoe Georgia Times

Hace apenas dos días, cerraba una jornada de siete días de reflexión y oración marcada por el deseo de búsqueda-encuentro conmigo misma, tocando mi realidad más profunda y, con el Dios de Jesucristo, la fuente de vida. Experiencia profunda en la que, en el transcurso de los días volví a darme cuenta de que, más que buscar a Dios, es Él quien constantemente da pasos en busca del ser humano. Por eso les comparto este poema-salmo de Benjamín González Buelta, sj. Disfrútenlo.

LO MÁS IMPORTANTE NO ES

“No somos nosotros los que hemos amado a Dios,

sino que él nos amó primero” 1Jn 4,10

 

Lo más importante no es que yo te busque,

sino que tú me buscas en todos los caminos (Gn 3,9);

que yo te llame por tu nombre,

sino que tú tienes tatuado el mío en la palma de tu mano (Is 49,16);

que yo te grite cuando no tengo ni palabra,

sino que tú gimes en mí con tu grito (Rom 8,26);

que yo tenga proyectos para ti,

sino que tú me invitas a caminar contigo hacia el futuro (Mc 1,17);

que yo te comprenda,

sino que tú me comprendes en mi último secreto (1Cor 13,12);

que yo hable de ti con sabiduría,

sino que tú vives en mí y te expresas a tu manera (2Cor 4,10);

que yo te guarde en mi caja de seguridad,

sino que yo soy una esponja en el fondo de tu océano ((EE 335);

que yo te ame con todo mi corazón y con todas mis fuerzas,

sino que tú me amas con todo tu corazón y todas tus fuerzas (Jn 13,1).

 

Porque, ¿cómo podría yo buscarte, llamarte, amarte…

si tú no me buscas, me llamas y me amas primero?

El silencio agradecido es mi última palabra,

mi mejor manera de encontrarte.

 

En Salmos para “sentir y gustar internamente”