Abuja, 19 abr (PL) La violencia y la inseguridad fuerzan a la gente a huir de sus hogares en el nordeste nigeriano, donde la situación humanitaria se tensa con los flujos de desplazados, se conoció hoy.
Esos inmigrantes llegan a pueblos remotos del estado de Borno, donde afectan el equilibrio de las infraestructura dedicadas a los servicios básicos.
Más de 11 mil 300 personas se hallan en Pulka, cerca de la frontera con Camerún, desde enero, con lo que ascendió a más de 42 mil la población total de la ciudad y aumentó la presión sobre los ya sobrecargados recursos para atender a los a esos inmigrantes.
En la aislada ciudad de Rann se reporta que las personas continúan llegando a diario y la población creció por lo menos en 10 mil en los últimos tres meses, mientras que en Dikwa, nordeste de Borno, más de dos mil recién desplazados se registraron en las últimas dos semanas de marzo.
'Los grandes movimientos de población continúan casi a diario, debido a los ataques de Boko Haram, las operaciones militares y las personas que buscan alimentos y servicios básicos', explicó a la prensa Himedan Mohamed, jefe de misión de la organización no gubernamental Médico Sin Fronteras (MSF) en Nigeria.
Esos desplazados que llegan a las ciudades más grandes de Pulka, Rann o Dikwa proceden en su mayoría de zonas inaccesibles a las agencias humanitarias, y son vulnerables, a menudo con se presentan en mal estado de salud y casi enteramente dependientes de la ayuda procedente de esas agrupaciones de auxilio o de Naciones Unidas.
Conforme evalúa MSF, esos ciudadanos no pueden sostenerse, debido también a las restricciones de movimiento impuestas por los militares, lo cual hace que la agricultura sea un evento casi imposible.
'Estas personas se enfrentan a crecientes necesidades de vivienda, comida y agua. Si esto no se aborda y la gente continúa llegando, la situación se deteriorará rápidamente', precisó Gabriel Sánchez, director operativo de MSF para Nigeria.
La mayor parte del área rural del estado de Borno están fuera de la cobertura de las organizaciones de ayuda debido a la inseguridad, más bien esas agencias trabajan en gran parte en la capital estadual, Maiduguri, y sólo unas pocas son capaces de operar de manera continua en el este de Borno, donde se requiere más asistencia.
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