La donación de órganos, un tema que hasta hace algunos años parecía inadecuado y hasta inmoral, hoy comienza a verse como algo natural e incluso necesario ante la demanda de pacientes, que están a la espera de un donador para seguir viviendo.
Poco a poco se va rompiendo en el país ese paradigma o tabú, de no utilizar los órganos de un ser querido fallecido en una persona que los necesita para continuar con una vida normal. La cultura de donación se ha ido incrementando con los años, principalmente en los jóvenes.
Cada día, más adolescentes se acercan a sus familiares para abordar el tema. Esto se debe a que están más informados sobre los procedimientos, son más desprendidos y están menos en contacto con la muerte.
Decisión difícil
Ocasionalmente, en la vida se presentan situaciones en las que se deben tomar decisiones, muchas veces difíciles, como el caso de Marta Azmitia de Hernández, quien hace nueve años sufrió el fallecimiento de su hija Ana Lucía: horas antes de este doloroso acontecimiento, pensó en donar los órganos de su hija, para que algo de ella permaneciera vivo en alguien más.
Sin embargo, pese a los esfuerzos y gestiones, la falta de equipo y recursos para realizar las cirugías de trasplante en los hospitales nacionales, evitó que la madre lograra su propósito. A partir de allí se inició un arduo trabajo para obtener un cambio.
Nace una esperanza
A raíz de esa situación, en 2004 nace la Fundación Donaré. A partir de esa fecha, inicia la misión de cambiar la mentalidad de las personas sobre la importancia de donar órganos para dar vida, y de obtener recursos para crear áreas donde puedan ser atendidos los pacientes que necesiten este tipo de procedimientos.
Gracias al trabajo realizado, existen en la actualidad salas especializadas para el trasplante de riñones en el Hospital General San Juan de Dios, y se ha iniciado el proceso para lograr trasplantes de córneas y medula ósea.
Marta de Hernández, presidenta de esta fundación, señala que el tema ha ido mejorando y que la mayoría de las personas están de acuerdo en donar si se les explica. “Lo que necesitamos es que las personas entiendan que hay una gran cantidad de pacientes que necesitan recibir un trasplante” afirma.
La importancia de donar
La presidenta de Donaré manifestó que hay dos razones de suma importancia por las cuales se debe donar órganos: la primera es porque el donar lo hace a usted una mejor persona, ya que en el peor momento de su vida usted piensa en alguien más.
Y, en segundo lugar, el hecho de donar ayuda sustancialmente al manejo del duelo. “Este acto le da la oportunidad a otra persona para que viva, pero además es la oportunidad de que algo de su ser querido siga viviendo en otra persona y se quede acá” explicó.
En lista de espera
Actualmente, más de 2 mil personas se encuentran en lista de espera de trasplante de riñón. En palabras del médico Manuel Toledo, director del área de Nefrología del Hospital General San Juan de Dios, al Estado le cuesta Q275 millones anuales la atención de 4 mil 600 pacientes que necesitan sobrevivir con diálisis para el resto de su vida. De contar con el equipo adecuado para realizar trasplantes, el costo se reduciría considerablemente.
Toledo agrega que cada mes, al menos 100 personas requieren algún tipo de atención interna en ese centro asistencial, 600 reciben diálisis y 1 mil 100 permanecen en consulta externa.
“Para evitar el fallecimiento de los pacientes, uno de los factores que impiden brindar un tratamiento adecuado es la falta de recursos. Además, hay poca cultura de donación de riñones”, dijo el galeno.
Falta de voluntad
La presidenta de Donaré manifestó que hace más de un año se presentó al Congreso de la Republica una Iniciativa de Ley para hacer reformas al Decreto 91-96, Ley para la Disposición de Órganos y Tejidos Humanos.
Entre las reformas se encuentra la obligatoriedad de crear un listado, en el Sistema de Salud, de aquellas personas que sufran muerte cerebral, para que sin importar el lugar donde fallezcan, se dé aviso y se haga el procedimiento de extracción de órganos con el objetivo de trasplantarlos.
Sin embargo, esta solicitud no ha tenido eco entre los parlamentarios. De Hernández indicó que continuarán acudiendo con los jefes de bancada para lograr que se hagan estos cambios en la Ley actual.
Opiniones encontradas
Varios guatemaltecos entrevistados por la Agencia Guatemalteca de Noticias (AGN) manifestaron estar de acuerdo en ser donadores. Sin embargo, otros señalaron que no, por respeto a la religión y decisión propia.
Estuardo Soto, dijo que cada seis meses acude al Hospital Roosevelt para donar sangre, lo hace por salud y porque ha visto la necesidad de las personas durante su visita al centro asistencial, además es un tema que ha abordado con su familia y lo apoyan, comparten que la resurrección existe y que es espiritual, por lo que está a favor de donar órganos.
Por otro lado, Vinicio Marroquín, padre de dos niños, dijo que en su familia le han inculcado que cuando uno muere, su cuerpo debe ser sepultado completo para que el alma no se pierda, por lo que manifestó no compartir la idea de donar sus órganos al morir.