Damasco- El presidente Bashar al-Assad reiteró las posiciones de Siria para alcanzar una solución a la crisis y dijo existen aproximaciones claras de los participantes en la cumbre realizada el fin de semana en Ginebra.
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El mandatario coincidió en algunos aspectos de las declaraciones del enviado de la ONU, Kofi Annan, y el canciller ruso Serguei Lavrov, en especial en lo referente a que es su pueblo el que determina su futuro, precisó en declaraciones al diario turco Cumhuriyet.
En segundo lugar, dijo, se debe detener la violencia y nosotros expresamos nuestro apoyo a ello, y añadió que se debe desarmar a los grupos irregulares.
La agencia de noticias SANA publicó integramente la entrevista concedida por el estadista al periódico turco Cumhurriyet.
SANA señala que como parte de la política de apertura a la prensa, el dignatario aceptó ser entrevistado por seis medios turcos a cuyos representantes se les otorgó el permiso, pero cuatro de ellos fueron contactados por el director de la oficina del primer ministro Recep Tayyip Erdogan y les exigió que no participaran en la entrevista.
Al referirse a declaraciones de Annan sobre las manos manchadas de sangre, al-Assad puntualizó que estas "no sólo existen dentro de Siria, sino en el extranjero, lo que confirma el papel de algunos países que están involucrados en los sucesos de Siria"
En sus comentarios al-Assad explicó que "estos puntos son esenciales para nosotros, pero lo que más nos importa es que cualquier decisión debe ser tomada dentro de Siria y no afuera de Siria".
En ese sentido, acentuó que se puede discutir cualquier proceso "siempre y cuando todo esté sujeto a la soberanía de Siria, y cualquier cosa que interfiere en la soberanía es inaceptable".
"Lo que nos preocupa es proteger nuestra soberanía y la no interferencia en nuestros asuntos internos", recalcó.
En referencia a las declaraciones de la secretaria de Estado, Hillary Clinton, sobre su abandono del poder, indicó que "para nosotros, las declaraciones de los funcionarios de Washington no tienen ninguna credibilidad en general y, en segundo lugar, la postura norteamericana es básicamente una posición hostil contra Siria en la crisis".
Ellos, puntualizó, son parte del problema y están al lado de los terroristas, es por ello que no nos interesa lo que dice este u otro funcionario durante esta crisis.
El presidente insistió en que "no aceptamos nada que se nos imponga desde el exterior, si yo personalmente solo estuviera interesado en mantener un cargo, hubiese cumplido los dictados de Estados Unidos y las demandas de los países del petrodólar".
Hubiese aceptado vender mis posturas y principios por petrodólares, y lo más importante, hubiese aceptado instalar un escudo antimisiles sobre el territorio sirio, puntualizó al-Assad.
Al responder una pregunta sobre si la salvación de Siria requiere de su renuncia, sostuvo que "si la salida del presidente responde a los intereses de Siria, este debería naturalmente irse; es evidente".
"Uno no debe quedarse un solo día en el poder si el pueblo no lo quiere y las elecciones", acentuó, "son las que demuestran si el pueblo te quiere o no".