Las políticas estrictas pueden evitar 20% de muertes por males cardiovasculares

Salud
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Las políticas nacionales que prohíben las grasas trans, las grasas saturadas y la sal en los alimentos, además de estimular el consumo de frutas y verduras, podrían reducir en un 20% las muertes por enfermedades cardiovasculares.

Así lo afirma un estudio publicado en la edición más reciente del Boletín de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Según esa investigación, un conjunto de políticas alimentarias más sanas podría salva hasta 30,000 vidas al año sólo en el Reino Unido.

El estudio señala que las tasas de mortalidad por enfermedades cardiovasculares son dos veces más altas entre la gente con dietas altas en grasas saturadas, grasas trans, calorías y sal, contenidas en abundancia en los alimentos procesados, la comida chatarra y las sopas enlatadas.

Aunque las personas tienen la capacidad de tomar medidas para mejorar su alimentación, la implementación de políticas estrictas puede tener un efecto rápido y significativo en la salud de la población, aseveran los autores de la investigación.

Como ejemplo citan los casos de Dinamarca, Finlandia, Noruega y Suecia, donde esas normativas han reducido notablemente las muertes por afecciones cardiovasculares, además de disminuir la incidencia de diabetes y algunos tipos de cáncer.

Los investigadores destacan la necesidad urgente de proteger a niños y adultos de los efectos nocivos de la comida chatarra barata y de las bebidas dulces.