DIA INDEPENDENCIA ESTADOS UNIDOS-- LO IMPORTANTE ES BEBER BEER

Cultura

En el Siglo 19 cuando los españoles estaban al mando de Puerto Rico se dice hubo un gobernador que le facilitó al Pueblo mucho “baile, botella y baraja” como manera de mantenerlo bajo control. Ahora las ataduras políticas son con los Estados Unidos, pero parece que después que haya baile, botella y baraja los puertorriqueños estamos dispuestos a unirnos a cualquier celebración aunque no sepamos qué estamos celebrando.

El 4 de julio de julio se celebró el día de independencia de los Estados Unidos, del cual Puerto Rico es un territorio. Hubo música, bebida y eventos deportivos auspiciados por el Municipio de San Juan, cuyo alcalde, Jorge Santini al igual que el Gobernador Luis Fortuño, favorecen que Puerto Rico sea un estado de la unión norteamericana. En un breve discurso, Santini dijo que durante el día “celebramos, aquello que atesoramos como pueblo, y es nuestra ciudadanía americana”. En Puerto Rico, el debate entre los que favorecen permanecer como territorio, los que abogan por el estadoismo y los que favorecen la independencia es arduo y constante.

Una caminata por los alrededores de la pintoresca laguna del Condado, donde se escuchaba la música, y los kioscos de comida y bebida vendían sin problemas su mercancía, había un ambiente de sosiego. Pero el público que iba a pasar la tarde tenía varias razones para estar allí. Para muchos de los que hablaron con El Post Antillano, el motivo de su presencia no tenía nada que ver con su afinidad con los Estados Unidos.

“Para mí esto es un día más; es un pasadía para yo divertirme y venir con mi amigas. Yo lo único que sé del 4 de julio es que se celebra”, dijo Wanda, una oficinista. “Quiero ver los fuego artificiales ¡y claro que me voy a dar dos cervecitas!”

Hubo otros que tenían unas creencias políticas muy definidas y no tenían ningún temor de vociferarlas. Gualberto nos dijo que “esto para mí es indiferente. Yo no celebro el cuatro de julio para nada, yo soy independentista y nacionalista. Cuando venga la independencia para mi país, entonces yo celebro”.

Un hombre sesentón de inmediato se paró de su silla de playa e increpó a Gualberto, “entonces que tú haces aquí si no crees en esto”.

“Disfrutando un pasadía igual que tú. Pero aunque tú no lo creas, tú y yo somos iguales porque los dos estamos en contra de la colonia”, ripostó causando risas y trayendo la paz entre las partes.

La mayor parte de los jóvenes entrevistados no supo decir exactamente cuál era la importancia del día y por qué lo observaban. Un joven con los ojos ya rojos, sentado con unas amigas bebiendo cerveza, permanecía callado pero al ver el fracaso de sus amigas en explicar por qué razón estaban allí más allá de la cerveza dijo que “yo lo observó porque somos parte de los Estados Unidos. Yo vivo aquí, así que para mí es normal celebrarlo”. Los tres dijeron tener diplomas universitarios y trabajar en ventas.

Para Vydia, una maestra retirada, los Estados Unidos es el país que acogió a sus dos hijas, ambas ingenieras con sendos trabajos. “Además vengo de una familia estadoista”. Lo mismo dijo Pito, un universitario de 20 años.

Quizás no debo ser tan exigente ya que después de todo, John Adams, uno de los firmantes de la declaración de independencia, luego el tercer presidente de la nación, dijo que la fecha sería siempre un gran festival con fogatas y algarabía. “Total”, dijo Pito. “Cualquier día es bueno para la fría”.