Quito, 22 ago (PL) Personas de todas las edades aún muestran asombro hoy al hablar del Túnel de la Ciencia, museo itinerante que acaparó desde junio la atención de muchos en esta capital.
Tras dos meses abierta al público, la víspera cerró la exposición, centrada en experiencias sensoriales sobre la naturaleza, los seres humanos, el universo y los organismos que integran el planeta.
Durante ese tiempo, los visitantes pudieron enviar sus nombres a Marte, tocar muestras de meteoritos caídos en la Tierra y mirar su propio cuerpo en 3D para entender dónde está cada órgano y su interconexión.
Una de las atracciones del último fin de semana de exhibición estuvo a cargo de especialistas del Instituto Geofísico, quienes presentaron experimentos simples para ayudar a la ciudadanía a comprender fenómenos volcánicos.
Cómo se forman las calderas de un volcán, la composición del flujo piroclástico, la dispersión y caída de cenizas, fueron algunas de las muestras, expuestas con ayuda de maquetas.
El Túnel de la Ciencia, de la sociedad alemana Max Planck, ganadora de al menos 18 premios Nobel y con unas 15 mil revistas publicadas, es una de las exhibiciones más importantes del mundo científico.
Antes de llegar a Ecuador, la impresionante muestra itinerante recorrió otros países de Latinoamérica como Perú, México, Colombia y Argentina.
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