Ciudadanos 0

Política

En la nueva democracia que se impuso en el mundo a partir de la emergencia del neo-liberalismo, se pretendió que los derechos de los ciudadanos se convirtieran en mercancías. A partir de dicho momento, el poder de adquisición de cada persona determinaba su posibilidad de ser ciudadano/a. Yo soy parte del grupo de ciudadanos 0. Estos que asumimos el número cero, lo hacemos porque nuestra incapacidad de consumir derechos nos lleva a una situación diferenciada ante los que si pueden consumir: es decir, se impone un nuevo ciudadano a partir de su capacidad de compra.

Esta situación es bochornosa, sobre todo para aquellos que son negros, pobres y de sectores históricamente, y recientemente, marginados. Para muestras un botón: en la comunidad pobre de Loiza, que es un foco de poblaciones negras históricamente cimarronas, el gobierno intentó expropiarle unas tierras a un desarrollador quien deseaba imponer un complejo de hoteles lujosos a expensas de la comunidad. El desarrollador Joel Katz, propietario de la compañía de desarrollo, alega ahora que la cuantía que le ofreció el gobierno para expropiarlo es muy poca de conformidad con la tasación. Por lo cual el gobierno no puede comprar la tierra, y esta revierte a Katz, lo cual vuelve a dejar a los pobres en la misma condición.

 

Ser ciudadano 0 es algo terrible. Uno vive en perpetuo estado de indefensión. Habrá que hacer algo para cambiar este sistema político, donde todos y todas volvamos a ser ciudadanos.