La Habana- La fiscalía de Florida, Estados Unidos, se negó a profundizar mediante una nueva audiencia las múltiples irregularidades que caracterizaron el caso de Gerardo Hernández Nordelo, uno de los cinco antiterroristas cubanos prisioneros políticos en este país.
Hernández Nordelo solicitó una audiencia oral y la entrega por parte del Gobierno de evidencia adicional a fin de profundizar en el caso de los "periodistas" pagados con dinero federal y que actuaron antes y durante el juicio de los Cinco para crear "una tormenta perfecta de prejuicios y hostilidad", reportó el sitio digital Antiterroristas.cu.
Como parte de una maniobra evidentemente evasiva, el Gobierno intenta argumentar que los hechos presentados por la defensa no son tales y por tanto resulta innecesario procurar más información para esclarecerlos, indicó el texto.
En otras palabras, la decisión le dice a la jueza Joan Lenard que la denuncia de la defensa sobre la conducta de los "periodistas" que ella misma reconoció durante el juicio llegaron incluso a amedrentar y acosar al jurado, son una teoría conspirativa y una especulación generalizada, agregó.
La Fiscalía advierte que podría recurrir a "privilegios ejecutivos" y a la Ley de Protección de la Información Clasificada (CIPA) para bloquear la petición, lo cual equivale a admitir su voluntad de seguir ocultando y manipulando las pruebas, indicó el texto en el sitio digital.
En un breve párrafo final la Fiscalía también se opuso a la audiencia oral solicitada por Gerardo.
Cabe preguntarse a qué le teme el Gobierno. Por qué no permite que los Cinco, y particularmente Gerardo, que cumple dos cadenas perpetuas más 15 años de prisión, puedan disponer de toda la información para defenderse de condenas tan injustas y absurdas como las que les fueron impuestas, pregunta el comunicado.
Gerardo junto a Fernando González Llort, Ramón Labañino, Antonio Guerrero y René González, conocidos mundialmente como Los Cinco, fueron arrestados el 12 de septiembre de 1998 en la ciudad de Miami por monitorear a grupos terroristas asentados en esa urbe.
Un proceso irregular celebrado allí los condenó en 2001 a penas que van desde la doble cadena perpetua hasta 15 años.
Gerardo, Ramón, Antonio y Fernando cumplirán en septiembre próximo 14 años de encierro, mientras René se encuentra bajo una libertad supervisada por tres años, que le impide regresar a su país.
Los antiterroristas cubanos purgan injustas y severas sanciones de privación de libertad, y han debido soportar castigos adicionales que violan los más elementales derechos humanos de los reos y sus familiares.