Después de casi cuatro casi años al mando de un gobierno que a todas luces ha sido inefectivo, el Gobernador de Puerto Rico Luis Fortuño ha dicho que él nunca ha creído en la importancia de los gobiernos sino en la gestión individual.
Fortuño hizo el comentario a un diario de la capital de San Juan. Se proclamó como “libertario” una creencia de que gobierno sólo debe estar a cargo de proteger la propiedad privada y de la seguridad nacional, que en el caso de Puerto Rico, caería sobre el ejército de los Estados Unidos ya que la Isla es un territorio de los Estados Unidos. La filosofía, que proviene de pensadores ingleses del siglo 18 y 19, enfatiza la primacía del individuo sobre el gobierno. También postula que cualquier aportación para los proyectos que usualmente recaen sobre el gobierno debe dejarse a la conciencia del individuo. Es curioso que Fortuño pronuncie ser libertario dado el hecho de que el gobierno de Puerto Rico gasta miles de millones de dólares para mantener un sistema de seguro médico que sirve a más de un millón de personas.
La filosofía se ha ligado a la extrema derecha del péndulo político en los Estados Unidos. Ron Paul, el candidato para la pre-nominación del Partido Republicano es Libertario. Se ha especulado que Fortuño con sus comentarios está enviándole un mensaje al Partido Republicano, de que él está cercano a la filosofía de gobierno pequeño que el partido predica.
En su entrevista con El Nuevo Día pidió que no se le malinterpretase, pero que él no lidera gobierno sino individuos. “Creo en la libertad de la gente…La libertad que disfrutamos no emana del gobierno, viene de Dios. Eso es un cambio dramático de lo que se hacía tradicionalmente en Puerto Rico”. Añadió que como él no lidera el gobierno sino el individuo ha reducido los impuestos sobre ingresos. Sin embargo, han surgido varios otros impuestos bajo su gobierno.
El filósofo libertario, Roderick Long ha dicho que el pensamiento libertario cubre cualquier pensamiento político que pide un cambio radical que elimina el poder y la fuerza del estado y lo sustituye por asociaciones voluntarias de individuos libres. Estas gestiones se financiarían con fondos voluntarios, de esta forma protegiendo a los individuos de la coerción y violencia del Gobierno. Estas definiciones se les asocian a políticas neoliberales. También su filosofía radical hacen su implementación imposible en un mundo complejo y urbano y menos en Puerto Rico, que es una sociedad con un población de bajos recursos que necesitan de alguna asistencia del Gobierno para poder igualar sus capacidades de competir y ejercer derechos individuales. Ante este cuadro sus comentarios lucen bizarros y demagógicos ya que a pesar de sus recortes, el gobierno ha tenido un rol intervencionista en la economía. Fortuño despidió casi 30,000 personas del gobierno de Puerto Rico, incluyendo empleados transitorios, a tiempo parcial y completo. Pero desde entonces la empleomanía en el gobierno ha estado subiendo, trayendo la sospecha de que el Gobernador ha estado sustituyendo estas vacantes con sus adeptos.
También, a pesar de predicar la filosofía libertaria con su no intervención sobre las creencias del individuo, Fortuño alude a principios religiosos cada vez que puede, oponiéndose al matrimonio Gay por razones religiosas. No solamente eso, sino que le paga a un obscuro ministro $10,000 ministro al mes para que dirija las “iniciativas de fe” de su Gobierno. Además, el Gobernador no ha vacilado en usar la muy violenta policía anti-motín en contra de estudiantes universitarios.
Como decía pausadamente uno de mis más queridos profesores universitarios, “la salvación es individual”.