Bagdad-El enviado especial de la ONU y la Liga Árabe para Siria, Kofi Annan, continúo hoy en Irak su periplo en busca de mayor compromiso regional para una solución política al conflicto en el vecino país.
El ex secretario general de la ONU también abordó con el jefe de Gobierno chiita iraquí el impacto de la crisis siria en Irak y otras naciones con las que comparte frontera y por donde se infiltran hombres y armas para la insurgencia.
Las autoridades de Damasco tildan de bandas terroristas armadas a los grupos que combaten contra las tropas regulares en ciudades y aldeas, y han denunciado el ingreso de islamistas radicales para cometer atentados con bomba en sedes estatales y zonas residenciales.
Según el portavoz de Annan, Ahmad Fawzi, el emisario de la ONU y la Liga Árabe ha quedado satisfecho con las reuniones sostenidas el lunes en Damasco con el presidente Bashar Al-Assad, y ayer y hoy en Teherán con el canciller iraní, Alí Akbar Salehi, y otros funcionarios.
El diplomático ghanés también se entrevistó en la capital persa con el secretario del Consejo Supremo de Seguridad Nacional, Saeed Jalili, y ofreció una rueda de prensa conjunta con Salehi antes de abandonar la República Islámica rumbo a esta nación mesopotámica.
Durante la comparecencia ante periodistas en Teherán, Annan rechazó cualquier acción destinada a elevar la militarización de la situación en Siria, y reconoció que Irán "debe jugar un papel en trabajar por una solución a la crisis, y un rol positivo en detener la violencia".
Además, insistió en su deseo de que la República Islámica se involucre en una solución, mientras Salehi lamentó que a su país se le excluyó de las conversaciones de Ginebra por objeciones de Estados Unidos y la Unión Europea.
El canciller persa, entretanto, aconsejó a países de Medio Oriente ejercer la prudencia respecto al contencioso sirio, y advirtió que cualquier decisión errónea sobre el país árabe tendrá "resultados catastróficos", en alusión al suministro de armas a los opositores.