I
Pegó duro leerlo en medio de la noche oscura. Entre la soledad y la lejanía de una luz roja y los semáforos mirando, el pasquín blanco alumbra como una mascara de terror: “Pena de Muerte para los asesinos de Stefano”.
II
En una entrevista reciente el gobernador de Puerto Rico ha dicho que solo cree en esa construcción social llamada ‘el individuo’ como ser independiente con nombre propio, como la propiedad privada. En esa visión neo-liberal y conservadora a la vez, el individuo es totalmente libre de sus decisiones y tendrá la culpa de ser o no ser rico, pobre, de haber ‘echado pa’ lante’ o de estar desempleado. Según tal perspectiva la sociedad no existe. No hay racismo, concentración de la riqueza en unos pocos, homofobia, xenofobia, colonialismo, violencias estructurales que obstaculicen la libertad y formación, la estructura de oportunidades que tiene cada persona. Según Luis Fortuño, y muchísimos como él, vivimos en un vacío lleno de ‘oportunidades’ y somos libres para escoger, de igual a igual.
Ya no se trata solo de un gobierno, sino de una cultura que se expresa sin tapujos. Frente a esa inconciencia social, frente a esa violencia política, frente a una realidad que va pintando el fascismo en las calles, matando el espacio público, resta resistir. El tiempo de la desobediencia civil masiva está llegando.