El Pánico Moral y la Ley

Justicia Social

Más leemos y revisamos la prensa dominante, para descifrar las tendencias informativas del país, más descubrimos que a la prensa dominante le gusta informar que vivimos en un caos. Este componente tiene razones de ser, una de ellas se trata de noticias que venden. Pero también sugiero, pues se trata también de noticias que venden, pues el receptor de las mismas se acostumbró, o lo acostumbraron, a pensar que esto es la noticia: el pesimismo, la derrota, el miedo, y sobre todo que la criminalidad nos está consumiendo.

En este periódico llevamos días diciendo que la criminalidad, estadísticamente hablando está en baja. Esto es importante, pues el indicador primario sobre el problema social del crimen, son las estadísticas que recopila la policía y que se pueden corroborar por otras vías. Ante esto, sean ciertas o no, resultan en un instrumento con el cual se puede crear algún tipo de política pública. No obstante, las cifras oficiales no coinciden con la voluntad popular y sobre todo con la percepción mediática e informativa, que sugiere que el país está fuera de control.

A la percepción popular se le llamó ya hace varias décadas, el pánico moral. El pánico moral es la respuesta del pueblo ante los reclamos del estado de endurecer el sistema de justicia criminal. El uno y el otro, estado y pueblo, coinciden y a partir de ahí el razonamiento de seguridad se torna más represivo.

En el momento actual, Puerto Rico atraviesa una situación particular de pánico moral, el cual ha creado todo un discurso muy complejo de mayor represión y poder al estado. Este proceso podrá desembocar en experiencias muy difíciles a la población, a pesar de que se hacen a nombre de combatir la criminalidad, asunto que nunca termina y que nunca se resuelve.

En la medida que el estado siga buscando controlar la criminalidad con viejos discursos que manipulan el sentir del pueblo, seguiremos teniendo los mismos niveles de criminalidad, y peor aún no resolveremos nada.