El reggaeton una herramienta de resistencia cultural

Cultura

El reggaetón es un género musical que se popularizó a finales de la década del 1990 y la primera década del 2000. Fue un género controvertible, irónicamente vetado y ampliamente difundido a nivel internacional. Se dice que el reggaetón nació en Puerto Rico. Si bien es cierto que en Puerto Rico desde los noventa surgió el movimiento del “underground”, donde “uderground” se grababan “cassettes” y se distribuían de manera clandestina, también es cierto que sus orígenes se remontan a dos espacios distintos, el “dancehall” jamaiquino y el “hip hop” nuyorquino. Existen grupos que apuestan a uno u a otro de estos espacios, nosotros nos inclinamos a pensar que ambas tendencias tuvieron ingerencia en la concepción de un nuevo ritmo.

Sin embargo, al igual que la danza, y la bomba en su momento, éste tuvo sus detractores. Los mismos, gubernamentales y la élite puertorriqueña. Sin embargo, el reggaetón es un movimiento de contracultura, un movimiento de resistencia y trasgresión.

La cultura se conoce como aquellas costumbres e ideas que identifican a una Nación o que representan la historia de un pueblo. Es comúnmente asociada con el folclor. La apuesta a las prácticas folclóricas es una estrategia de resistencia ante la asimilación producto de la interacción con prácticas particularmente estadounidenses. Sin embargo, la estrategia no es efectiva, ante el flujo de información de nuevas prácticas, modas y tendencias. Si bien es cierto que se "copian" códigos y prácticas, también es cierto, que se transforman y se crean. Entonces, el reggaetón es un sistema de resistencia y protesta ante la imposición de la estética de una clase a la que no se pertenece.

Resistencia ante la imposición de un idioma. Resistencia ante una música que no habla como nosotros, que no habla de nosotros, que excluye a muchos, que no usa su tono y que evita su voz.

El problema es que la exclusión y el menosprecio no los hace invisible, sino que hierve sus aguas, se trasforma y sale, como vapor, como género musical.

El ejemplo anterior nos demuestra como la cultura se crea y se transforma. Eso lo saben aquellos que hoy adornan nuestras calles con estatuas de presidentes y monumentos al holocausto. Pero como hemos visto el pueblo tiene su participación en el proceso, construye y transforma con los recursos a su alcance. Es tarea de todos difundir aquellos “recursos” olvidados que nos identifican como pueblo, y que son menospreciados por la hegemonía gubernamental. Nuestra historia política, nuestros héroes nacionales, nuestros educadores y literatos, que nos sean de conocimiento exclusivo de una élite o material de conversación en programa de análisis político.