EXPONE charla magistral ARQ. ANDREW FREEAR, de RURAL STUDIO

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altArq. británico Andrew Freear, de RURAL STUDIO, ofrece charla magistral en el CAAPPR

Convencido del “compromiso que todos debemos tener como ciudadanos conscientes para lograr mejorar nuestro entorno”, el arquitecto británico Andrew Freear ofreció en días recientes una charla magistral sobre su trabajo como director del programa Rural Studio, adscrito a la Universidad de Auburn, en Alabama, en la cual enfatizó que “no puede existir un hogar sin comunidad”.

Invitado a Puerto Rico por el Colegio de Arquitectos y Arquitectos Paisajistas de Puerto Rico (CAAPPR) para participar como jurado del concurso “Tu Casa Resistente”, proyecto en alianza con el Colegio de Ingenieros y Agrimensores de Puerto Rico, el Proyecto Enlace, el Fideicomiso de la Tierra y la G-8, Freear dictó un charla bajo el tíutulo “Rural Studio: There is no home without community”. A la misma, asistieron numerosos colegiados, estudiantes y público en general ávidos de conocer la teoría que sostiene su trabajo, el cual se especializa en lidiar con propuestas arquitectónicas que respondan a las necesidades básicas de vivienda tomando en cuenta el nivel socioeconómico de la comunidad en que se enclavan y por ende su costo, muchas de ellas rondando en los $20 mil dólares.

Según explicó Freear, ante una audicencia cautiva que se dio cita en la sede del CAAPPR, la filosofía de trabajo de Rural Studio se centra en lograr respuestas al problema de vivienda, basadas en soluciones forjadas por el contacto humano. El reconocido arquitecto, quien durante dos décadas ha dirigido el programa Rural Studio, opina que “es a partir de la auto-construcción que se establecen valores educativos para trabajar como ciudadanos de una comunidad, por lo que Rural Studio está enfrascado en buscar soluciones a las necesidades de la comunidad en el contexto de la propia comunidad, y no fuera de ella.”

Al mostrar múltiples ejemplos de trabajos diseñados y construidos por sus estudiantes, Freear explicó que gran parte del ejercicio es también que los jóvenes aprendan a cuestionarse cuál es el rol del arquitecto, la importancia de desarrollar una conciencia social y que conozcan de primera mano cómo influyen los factores sociales, culturales y tecnológicos en el proceso de diseño y construcción para crear proyectos que disponen de un presupuesto limitado haciéndolos accesibles para toda persona de bajo recursos.

Freear, quien es originario de Yorkshire, Inglaterra, vive desde hace varios años en una pequeña comunidad al oeste de Alabama. Allí, su rol como promotor y defensor de las necesidades de la vecindad, los estudiantes de Arquitectura de la Universidad de Auburn y las autoridades locales ha sido vital en el desarrollo de una serie de proyectos colaborativos, enfocados en promover la salud, el bienestar y la educación de la juventud en riesgo. Ejemplo de los cuales, presentó durante su charla.

“La academia siempre habla de las ciudades, pero la realidad es que la ruralía presenta muchos más problemas, que nadie quiere tocar. En otras palabras, han estado durante décadas abandonados a su suerte. Por ello, en Rural Studio nos damos a la tarea de discutir preocupaciones y hallazgos de mano de la comunidad, de tratar de hacer las cosas desde adentro, con proyectos que sirvan para atender los problemas, resolver las necesidades reales. Ese es nuestro compromiso y nuestro reto”, dijo Freear al referirse a la labor de Rural Studio. Por ello creemos, dijo, “en trabajar lejos de la academia, trabajar duro, en el medio de la nada, resolviendo problemas mundiales, pero desde una perspectiva local.”

De igual modo, durante la charla enfatizó sobre la importancia no sólo de utlizar materiales de construcción autóctonos del lugar, sino también del uso de materiales alternativos reciclados, recuperados y/o reutilizados, y cómo estos se pueden apropiar y manejar tecnológicamente para otorgarles otros usos no solo para la construcción de viviendas sino para la creación de edificios de diversos usos, como bibliotecas, museos y hasta estaciones de bomberos.

Defensor de lo local, Freear también es creyente de consumir alimentos orgánicos y de que las comunidades se conviertan en autosuficientes sembrando, en la medida de lo posible, aquello que necesitan. En fin, su propuesta va mucho más allá de un dibujo, sino que se centra en cómo la profesión puede y tiene el compromiso de ir más allá para lograr un mejor entorno, un mejor país, un mejor planeta.

Durante su presentación, previo a la charla, la presidenta del Colegio de Arquitectos y Arquitectos Paisajistas de Puerto Rico, Arq. Ivonne María Marcial Vega, destacó que la presencia de Freear en la Isla cobra un significado muy importante, más aún tras el paso del devastador huracán María, ya que su trabajo, “lo hace la persona idónea para servir de jurado en el concurso de ”Mi Casa Resistente”, pues este ejercicio entre profesionales busca cumplir con los preceptos que Freear ha trabajado por años: economía de medios, participación comunitaria, accesibilidad y sostenibilidad; de todas, la parte social, hacer comunidad, es el elemento que lo unifica todo.”

De igual manera, Marcial Vega destacó que el Colegio se ha dado a la tarea de buscar alternativas a viviendas resistentes para todos en nuestra Isla y “Mi Casa Resistente”, en alianza con el Colegio de Ingenieros y Agrimensores de Puerto Rico, es un ejemplo más del compromiso del CAAPPR con responder a las necesidades de todos los componentes de la comunidad puertorriqueña.

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El CAAPPR es una organización cuasi pública creada con el fin de velar por los intereses y responsabilidades del gremio y fomentar el conocimiento y aprecio de la arquitectura y la arquitectura paisajista, entre otros deberes.