“No voy a tener hijos homosexuales porque esas cosas se dan cuando falta el padre”, dijo la Miss Perú Universo para responder una pregunta en un certamen de belleza.
El término homofobia –atribuido al estadounidense George Weinberg, autor del libro “La Sociedad y el Homosexual Sano”, publicado en 1971- se refiere, de acuerdo al DRAE, a la aversión obsesiva a las personas homosexuales. Según se trate de víctimas de determinadas Comunidades de la Diversidad Sexual y de Género, es adecuado usar homo, lesbo, bi o transfobia, para evidenciar y comprender las sutiles diferencias, niveles y tipos de discriminación.
La homofobia puede ser social, familiar, institucional e internalizada, siendo la última la más nociva pues consiste en la magnificación de los mecanismos de sobrevivencia utilizados por personas no-heterosexuales para intentar camuflarse y no ser víctimas de la exclusión social. La homofobia internalizada motiva comportamientos autodestructivos e impide que los afectados estén en condiciones de reconocerse como sujetos de derecho.
En Guatemala la homofobia fue oficialmente reconocida cuando el Procurador de los Derechos Humanos incluyó un apartado, específico, para describirla en su Informe Anual Circunstanciado 2004, presentado ante el Congreso de la República. Dicho reconocimiento ha sido posible a partir del registro de denuncias interpuestas directamente por las víctimas, con el acompañamiento de OASIS y posteriormente de otros sectores de la sociedad civil organizada.
El racismo, sexismo y machismo comparten algunas similitudes con el fenómeno psicosocial de la homofobia, siendo el Estado directamente responsable de implementar políticas públicas para evitar todo tipo de discriminación y verificar la realización de las libertades e igualdades establecidas en la Constitución Política de la República de Guatemala.
A pesar de que pareciera haber una tendencia hacia la aceptación de la diversidad sexual –en parte, por las protestas públicas como el Desfile de la Diversidad Sexual e Identidad de Género y los programas transmitidos por los medios de comunicación- en el país no existe ninguna legislación específica para proteger a las personas, de los horrendos crímenes de odio por orientación sexual e identidad de género y la homofobia continúa condicionando el goce de los derechos humanos, especialmente afuera del Área Metropolitana de la ciudad de Guatemala.
*Director de la Organización de Apoyo a una Sexualidad Integral frente al Sida (OASIS)