La situación social en Puerto Rico, se encuentra un tanto difícil. En particular porque la percepción en torno a la criminalidad, se siente y se comenta desde los sistemas mediáticos del país, de forma muy problemática y sobre todo fuera de control. Dentro de este contexto el pasado domingo, la comunidad dominicana en Puerto Rico por vía de uno de sus portavoces, el Sr. Luis Aguasvivas, convocó a una marcha para hablar de paz y la no violencia. El motivo que dio paso a esta acción fue la trágica situación de Francheska Duarte, una joven que fuera víctima de un acto vil por parte de su compañero sentimental, quien la atropelló, dejándola sin ambas piernas.
Nadie se puede oponer al dolor de Francheska Duarte. Ahora bien, lo que parece curioso es que la comunidad dominicana se organice para exigirle al gobierno de Puerto Rico, como comunidad dominicana, igual trato. Aquí hay un problema de fondo en torno al concepto de ciudadanía y el estado. A pesar de su estado colonial, el estado en Puerto Rico debe responderle al grupo homogéneo nacional llamado puertorriqueño. El que la comunidad dominicana comience a organizarse para reclamar derechos como comunidad, a partir de una re-interpretación del concepto de ciudadanía, nos parece importante y encomiable. No obstante, potencialmente hablando puede redefinir la definición de ciudadano/a puertorriqueño/a.
Por otro lado, nos parece muy interesante que habiendo dos informes recientes, uno por parte del Colegio de Abogados de Puerto Rico y otro por el American Civil Liberties Union, condenando los excesos de poder de parte de la policía de Puerto Rico contra la comunidad dominicana, esta se organice para reclamar los derechos de Francheska Duarte. Nadie se puede oponer al bienestar de Francheska. Ahora bien, nos parece curioso que siendo la principal agresión contra la comunidad dominicana, una que proviene de las agencias de seguridad en Puerto Rico (en particular la policía estatal y algunas de las policías municipales), esta comunidad no se haya expresado contra estas agencias.
Algo nos dice que la intervención realizada por la comunidad dominicana tiene más que ver con un acto político, que meramente un acto de ciudadanos. Ya veremos como se desarrolla la situación en el futuro cercano.