Damasco- Los efectos de un atentado terrorista en el que murieron altos cargos militares provocaron una desolación casi total en la capital siria, apreció Prensa Latina durante un recorrido por la ciudad.
Periodistas sirios, fundamentalmente de la televisión, recorrieron el centro de la ciudad hasta llegar al mercado de Hamidiyeh.
En ese trayecto, al finalizar la tarde, la casi totalidad de los comercios estaban cerrados y se observaba poco movimiento de peatones y autos, así como de militares en las avenidas hasta pasar por esa zona comercial, normalmente populosa a esa hora.
Igual situación se observó en el trayecto por la avenida al-Thawra, hasta llegar a la puerta de la Bab Touma, en la parte vieja de la ciudad, donde los medios realizaron una parada para entrevistar a los escasos ciudadanos que se encontraba en el área.
Aquí prevalecía la tranquilidad y al igual que en la mayor parte del recorrido se apreciaba poco movimiento de peatones y vehículos, y ninguna actividad que evidenciara la presencia de grupos armados en la zona.
Posteriormente, en las primeras horas de la noche, los periodistas se dirigieron a la rotonda del barrio Abaciyen, donde se encuentra el Estadio Nacional de Damasco, un área que medios internacionales informan que se encuentra en manos de los grupos armados.
Sin embargo, reinaba la calma y los pocos vecinos que aun se movían por el área desmintieron esas versiones.
Ya de vuelta, la caravana mediática integrada por dos autobuses del ministerio de Información se detuvo en la confluencia de la avenida Pakistán y el Boulevard Bagdad, en la rotonda frente al Banco Central de Siria.
Allí llegaron varias familias en autos cantando canciones y coreando lemas de apoyo al presidente Bashar al-Assad y a la causa del pueblo sirio.
En un recorrido posterior por la calle Al Majles al Nyab hasta el Boulevard Shukri al Quatli se observaba total tranquilidad, solo rota por la presencia de algunos uniformados en las esquinas.
En el trayecto por la avenida Mazzeh, ya en el oeste de la ciudad, la arteria principal del barrio se mantenía desolada, con escasa actividad en algunos restaurantes del área y la presencia de contados peatones.
Damasco parecía una ciudad muerta a causa del atentado contra una reunión de ministros del gabinete y altos funcionarios de seguridad en esta ciudad, en la que murió el titular de defensa Dawud Rajha, el viceministro de Defensa, el general Assef Shawkat, y Hassan Turkmani, exministro de Defensa que falleció a consecuencia de las heridas sufridas.
En la funesta jornada para el gobierno sirio también fueron heridos el ministro del Interior Mohamed Shaar y el general de división Hisham Ikhtiar, que encabeza el Departamento de Seguridad Nacional, entre otros funcionarios.