La Virgen Del Carmen y los Pescadores: apuntes sobre religiosidades de a pie

Espiritualidades
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En procesión fueron muchos barrios costeros para venerar a la Virgen del Carmen, patrona popular del catolicismo de los de abajo. A la Virgen de la Providencia la propone la jerarquía, pero las Vírgenes del Carmen, del Pozo y de las apariciones en los barrios se mezcla con las tensiones, aspiraciones y frustraciones de vidas sumergidas en un océano de violencia estructural.

Pues de milagros está la realidad. Un milagro para sacarnos de este pozo seco en el que hemos caído. De ahí que los pescadores, en procesión piden por la supervivencia. Como náufragos en un archipiélago de ‘individuos’ que se esfuerzan por bailar al ritmo de la banca, este fin de semana algunos pidieron seguir viviendo, por mar o por tierra.

Las procesiones concretan comunidades, y rehabitan la ciudad, los barrios, las playas. Se camina con pasos de súplica a ver si ‘marchando’ se logra la solidaridad de los que creen. Así la tradición se reproduce con las dolencias contemporáneas y se entremezclan para recrear el espacio sagrado-profano de la vida compartida. Como ya no son mayoría sino una estampa de lo que fue, pero sigue siendo a su manera, las procesiones de vírgenes y santos no representan la autoridad del poder eclesial sino la persistencia de la fe naufraga y superviviente de los devotos. Otra insistencia de habitar y reconstituir el espacio público y su universo de símbolos y significados por parte de los de abajo.