El Hotel Embajador en mi memoria

Política

He vuelto a un lugar que no había estado en 47 años: El Hotel Embajador. Allí estuve con apenas 3 años, a la espera de ser embarcado en un buque de guerra de los EE.UU ha Puerto Rico. Se trataba de los días de abril de 1965, cuando la Revolución Dominicana tomó las calles para intentar devolver al gobierno constitucional de Juan Bosh. Ante la respuesta popular, el gobierno de los EE.UU dispuso de una invasión de 42 mil soldados marines, para apaciguar las calles, devolver el “orden” y pensar que la vida sería siempre normal. Nada que ver.

Como todas las cosas, se trató de otro episodio del Siglo XX en el cual el gobierno de los EE.UU invadía otro país de América Latina, y por segunda vez en la historia lo hacía en el caso de la República Dominicana. Curioso, pues la primera invasión fue la de 1916 (hasta el 1928) la cual respondía al no pago de la deuda externa de la República Dominicana. La segunda, al reclamo popular de un gobierno constitucional.

Sea la razón que sea, en mi infancia aún me acuerdo del vestíbulo del Hotel Embajador, en el cual pernoté con mi familia, por espacio de tres noches, en lo que nos sacaban del país. Lo cierto es que al volver a este hotel me acuerdo de la figura de Leónides Trujillo, el dictador, de Juan Bosh el presidente constitucional, y Joaquín Balaguer, el liberal asistente del dictador quien se quedó en el poder por casi dos décadas.

Lo importante es que en la República Dominicana se han abierto espacios del recuerdo de la memoria histórica. Uno de ellos, el Museo de la Resistencia. Recordar este pasado es hartamente importante. Mas que nada, para que nunca este pueblo sea invadido ni por los EE.UU, ni por país alguno.