Bueno, se celebran 60 años de la constitución y creación del Estado Libre Asociado de Puerto Rico. Lo que sí sabemos es que hoy, luego de estos últimos años, más de la mitad de la población de Puerto Rico vive en los EE.UU (4.4 millones en los EE.UU vis a vis 3.8 millones en Puerto Rico). Ser puertorriqueño de forma ascendente en los EE.UU es lo que produce tanto talento como Jennifer López, Marc Anthony, entre otros.
La presente coyuntura política se inserta en uno de los momentos de mayor debilidad económica de la isla. En particular, tanto el informe reciente del Banco de la Reserva Federal, como la degradación de los bonos del gobierno de Puerto Rico por la compañía de corretaje Moody, afirman que la situación está en un momento de mucha debilidad económica – y lo peor aún, que no existe un panorama de futuro claro.
A esto se suma un informe reciente del Consejo Nacional de la Raza en los EE.UU que indica que el 80% de los niños en Puerto Rico crecen bajo indicadores de pobreza y maltrato socio-económico. Esto es de alarmarse.
Ante este cuadro, que decir. Hoy el futuro de Puerto Rico, luego de 60 años, se encuentra en una posición similar a la de 1952. Lo único que el país ha perdido a su población, y los que nos quedamos tenemos un futuro incierto. Tal vez nuestra mejor opción sea abogar por separarnos de los EE.UU.