México tiene reportadas 40 mil 180 personas desaparecidas en una década aproximadamente, pero lo peor es que se desconoce el paradero de al menos 26 mil cadáveres no identificados, admitió hoy una funcionaria.
Karla Quintana, titular de la Comisión Nacional de Búsqueda de Personas (CNB), admitió que el sistema forense está rebasado, y que 22 entidades se encuentran en falta respecto de las obligaciones establecidas por la ley general en materia de desaparecidos.
Se preguntó dónde están los cuerpos que se registraron en estos últimos 10 años en algún momento como no identificados, y reveló que son 26 mil cadáveres los cuales no necesariamente están en los institutos forenses. No hay capacidad para ello. Entonces, ¿dónde están? Están en una lista, pero ¿dónde? ¿En fosas comunes? ¿En cementerios?
La crisis es grave, abrumadora, por lo que ya no se vale simular; no es un compromiso político, sino una obligación legal, constitucional y moral, advirtió en declaraciones al diario La Jornada. No debe ser la Federación ordenando, sino el Estado mexicano respondiendo a una deuda histórica.
Dijo que si bien algunas entidades ya formaron su comisión local o fiscalía de búsqueda de personas, lo hicieron prácticamente sin personal, como en Jalisco y Guerrero, cuyas instancias tienen sólo una persona.
La funcionaria tiene claro que el país no cuenta con los elementos técnicos ni la capacidad instalada suficiente para atender la crisis, en especial porque todos los institutos forenses se vieron rebasados.
Lo anterior es muestra, dijo, de no haberse reconocido antes, a escala nacional e internacional, la crisis en derechos humanos, de ahí que no hubo respuesta correlativa en recursos materiales y humanos para atender la situación. ¿Cómo le vamos a entrar a esta crisis forense?, planteó.
Más allá de confirmar o no el número abrumador de decenas de miles de desaparecidos (y de otro tanto de restos humanos sin identificar), se trata de una crisis exacerbada en los 12 años recientes, con un crecimiento exponencial, consideró la especialista.
En los medios de comunicación salen más otras cosas. Lo que sociológicamente me estremece es la falta de respuesta social y mediática también, salvo casos muy concretos como el de los 43 normalistas de Ayotzinapa que ha alcanzado resonancia internacional, se lamentó Quintana.