Olimpismo y la Política

Política

Haber observado la apertura de los juegos Olímpicos Londres 2012, es como todas las olimpiadas previas, un hermoso evento de hermandad global. Lo interesante de todo es que hay muchos más países participantes en el evento, que países miembros en la Organización de las Naciones Unidas. En las Olimpiadas participan 204 países, mientras que la ONU tan solo hay 191 países miembros.

Es un dato interesante. No es simétrico. Lo importante es averiguar por qué participan. En esta edición, por ejemplo, el Comité Olímipico Internacional ha dado paso también a la participación de deportistas sin estado. En esta medida, ser colonia, territorio no soberano o ser deportista sin estado, son categorías sociales con las cuales el COI puede convivir

En esta medida, Puerto Rico es uno de los ejemplos clásicos de los estados no soberanos que participan desde 1948 en los juegos olímpicos. Este hecho ya no es aislado. También lo hacen las colonias y territorios británicos, de los EE.UU, y de la República Popular China.

Nos parece que la razón de ser de esta apertura versa en torno al olimpismo como un mercado de consumo, el cual lo que necesita es más adeptos, más público, y sobre todo más consumidores. En esta medida, el olimpismo crea derechos de soberanía, por razones distintas a los reconocimientos que la comunidad internacional por vía de otros organismos como la ONU, aún no reconocen.

Para los que vivimos en territorios aún coloniales, como Puerto Rico, la soberanía deportiva es una instancia importante de hacer política.