El director interino de la oficina de oficina ICE-HSI, encargada de los operativos federales para el control del narcotráfico en Puerto Rico, Ángel Meléndez, justificó que su intervención en un centro comercial a plena luz del día, con cientos de consumidores, en la cual murieron dos personas, se justifica como una acción necesaria. En particular Meléndez indicó, que tienen que ir allí donde se reúnen y comercian los narcotraficantes.
La reacción de todos los analistas y personas con criterio jurídico es que el accionar de los agentes federales es contrario a la ley y al uso del sentido común. Por un lado, arrestar debe ser la prioridad; y las intervenciones no se deben hacer en lugares altamente transitados por personas que no tienen nada que ver con las investigaciones. Tan grave fue la reacción en contra del operativo, que el Sr. Meléndez tuvo que dar una conferencia de prensa “a la carrera” un domingo.
Como hemos apuntado en esta columna, este accionar es parte de una tendencia en ascenso en los EE.UU, donde matar es mejor que arrestar. Esta tendencia que se refleja en Puerto Rico también, está dejando al pueblo indefenso. Mas aun, está abiertamente acabando con una población masculina que muere a consecuencia de la violencia intra-comunitaria o por parte de las agencias del estado.
Lo que no se puede permitir es que puertorriqueños sean asesinados por las fuerzas de seguridad del estado de Washington, y que no se realice como mínimo una investigación independiente para evaluar el asesinato.