Las ejecuciones de los bancos prestatarios sobre las propiedades de dueños delincuentes han ido subiendo en los últimos cuatro años en Puerto Rico al igual que en los Estados Unidos, nación a la cual pertenece. Sin embargo, es más que preocupante el alza registrada para el primer trimestre de 2012, que es aproximadamente la mitad de lo que se registró durante todo el 2008 en la Isla. Todo esto es parte de una crisis aguda en los mercados de vivienda en Puerto Rico, que también significa un inventario alto de propiedades sin vender.
La cantidad total de propiedades ejecutadas en el 2008 fue de 2,357; en el primer trimestre de este año, que terminó en abril, el número era de 1,195. Si este paso sigue, el número total podría llegar a la cantidad asombrosa de 4,780 para 2012 (cálculo del semanario puertorriqueño Caribbean Business). El año pasado el total fue de 3,188. El semanario exploró el tema recientemente, indagando en las maneras en que esta crisis se podría aliviar. Menciona un programa que crearía un proyecto de ley que acaba de pasar la Cámara de Representantes de Puerto Rico para proteger a residencias primarias o principales de ser finalmente reposeidas. El enfoque principal de esta legislación es que personas incapacitadas o familias con niños no se queden sin su hogar de interés social o bajo costo. Hay otro programa, que aguarda la firma del Gobernador que proveería hasta $20,000 para evitar la ejecución de una propiedad.
El Presidente Barack Obama ha impulsado una ley que permitiría a unos siete u ocho millones de dueños de hogar de salvar sus propiedades. Esta ley permite un refinanciamiento de los préstamos a las tasas bajas existentes al momento. Se ha discutido que renegociando el préstamo con intereses y pagos mensuales más bajos sería una forma efectiva de evitar que las ejecuciones se completen. Las ejecuciones son un proceso que no siempre culminan en una reposesión de la propiedad por los bancos, resultado que estos no ven favorablemente; muchas veces el proceso conlleva unas notificaciones y posiblemente unas negociaciones con el banco, y otras veces el dinero aparece cuando aparece el empleo, o familiares y/o amigos ayudan.
Señala la revista que una de las complicaciones que conlleva la reposesión de una casa en un vecindario es que el valor del resto de las propiedades en este bajan. Últimamente , las ventas de propiedades existentes (no recién construidas) se han afectado también, y la voz popular en la capital de San Juan es que ahora no es el momento de vender. Muchos dueños que tratan de vender sus propiedades aun en vecindarios de clase media alta o alta han encontrado que los compradores no están remotamente dispuestos a pagar lo que se pide por la propiedad.