El Tipo Común y su relevancia: Desahogo de un tirón en tiempos de nada

Política

Hace unos años se cometió en Puerto Rico uno de los actos simbólicos y políticos más sugerentes pero menos valorados: el huevaso del llamado “Tipo Común” al gobernador Luis Fortuño. Hoy nadie le menciona pero el hecho fue objeto de discusión, chistes, y tema predilecto en los disfraces de manifestantes en distintas protestas masivas (cuando aun se daban las mismas). A diferencia de la gran mayoría de los puertorriqueños.

Tipo Común, decidió protestar y enfrentar al gobernador sin importar las consecuencias. Su nombre tiene una dimensión simbólica y política clara: representa en su acción y su situación, en su persona, al ‘pueblo’, a la gente ‘de a pie’, ‘común y corriente’, no a los adinerados y privilegiados, no a los ‘blanquitos.’ El hecho de que fuera un huevaso, remite a muchas imágenes y prácticas, que van desde las noches de ‘Halloween’ hasta cuando se le quiere atacar a alguien sin ‘hacerle daño’ a su vida más allá de mancharlo, abombarlo o darle un cantazo leve. Se quiere ensuciar a la persona para que se sepa que es un ‘sucio’ y que apesta. Para colmo, “Tipo Común” solía trabajar en el mundo federal, lo cual no se le podía acusar fácilmente de militante de izquierda ni mucho menos.

Aunque fue un acto individual, fue uno de expresión contundente y hoy pareciera hasta radical, pues que poca resistencia ha tenido este gobierno tan abusivo, excluyente, opresor y anti-democrático. Aparte de los estudiantes, abandonados por un gran número de profesores, sindicatos y otros; y aparte de la lucha contra el gasoducto, han sido algunos individuos y sus actos de ‘locura’ los que han ‘dado la cara’, mientras otros la esconden debajo de la tierra o en los perfiles egocéntricos de las redes sociales. Tal vez el amigo y autor José Alberto Cabán Torres tenga razón sobre las dimensiones políticas de la locura en Puerto Rico y su ‘ricura’ cultural. Que vivan estas locuras en medio de tanta inercia de supuesta ‘cordura’.