Racismo, discrimen, colonialidad y el poder del yo

Caribe Hoy

altLa génesis del racismo y el discriminen es el poder. Es la mirada de una persona creyéndose superior a otra, o una raza pensándose superior a otra, o un patrono pensando en explotar a sus empleados para obtener mayor lucro, o un hombre maltratando a una mujer, o una mujer maltratando a un hijo, o a una empleada doméstica.

El poder, de por sí, no es un concepto malo excepto cuando implica un ejercicio dominación sobre el otro. Este ejercicio de dominación ha existido desde hace miles de años con las luchas de conquistas fueran las del imperio romano, las europeas, el llamado “descubrimiento” de América; o la exportación de esclavos negros de África. El término colonia viene de la época de la llamada colonización, donde el imperio español y luego otros países europeos a la fuerza se apropiaron de islas y países en las Américas.

Sin embargo, a parte de la colonia; y aparte de que hayan lugares descolonizados políticamente, aún existe lo que se conoce como la colonialidad del poder. A pesar de creer que en los llamados países civilizados u occidentalizados se han alcanzado derechos reconociendo la igualdad entre todos; en la aplicación y la práctica se siguen ejerciendo actos de dominio, porque en diversidad de formas nos pensamos superiores al otro.

En Puerto Rico, la palabra colonia nos crea conflictos. ¿Porqué? Porque, a pesar de estar negándolo, nuestra realidad política es que fuimos colonia de España y, al día de hoy, aún somos colonia de Norteamérica. Por eso la palabra colonia siempre se mira en un contexto política partidista. Sin embargo, el concepto colonialidad, aunque se pueda haber acuñado de esa relación colonial, es mucho más amplio que el concepto colonia.

El concepto colonialidad se origina y mundializa a partir del descubrimiento de América. El mismo establece una clasificación racial/étnica de la población, así como nuevas identidades societales (i.e. indios, negros, aceitunados, blancos, etc.). La colonialidad opera en todos los planos (materiales y subjetivos) de la existencia social cotidiana. Aníbal Quijano nos señala que la escala social, la colonialidad del poder estriba en las relaciones sociales de explotación, dominación y conflicto articulado en función del control sobre: (1) el trabajo y sus productos, (2) la naturaleza y sus recursos de producción, (3) el sexo, sus productos y la reproducción de la especie, (4) la subjetividad y sus productos (materiales e intersubjetivos [conocimiento]), y (5) la autoridad y sus instrumentos de coerción para el control social opera en la escala social.

Bajo el concepto de colonialidad todos, tanto hombres como mujeres, tenemos que ser cuidadosos con nuestras miradas, porque a través de nuestros actos cotidianos podemos ser participes directos de actos de dominio y explotación.

Los eventos que suceden estos días en Norteamérica se deben a esa colonialidad, que incluye entre otros, el racismo, el clasismo, el sexismo. En Puerto Rico, nos queremos pensar diferentes al jactarnos diciendo que aquí en la Isla no se da ese racismos que hay en Norteamérica. Ciertamente no se da de la misma forma, pero sí se da. Se da en formas de chistes o formas de trato desigual contra las personas negras, amarillas o de diversas etnias y estratos sociales, contra las personas de las comunidades LGBTTQ, a través de comentarios machistas o hembristas; o a través de normalizar el maltrato.

Son muchas las personas que queremos y luchamos para alcanzar tratos igualitarios en todas las áreas de la vida incluyendo educación, salud, vivienda, alimentación y trabajo. Son muchas las personas conscientes que la hegemonía del poder y el patriarcado debe finalizar. Sin embargo, falta mucho por andar. Y ante los sucesos que se desarrollan en norteamerica, pero de los cuales acá en Puerto Rico, también somos partícipes, hay que activar las voces. Hay que reclamar igualdad, equidad y justicia verdadera.

En ese ejercicio de reclamar para nuestro país respeto e igualdad para todos, es necesario identificar, desde el yo individual y personal, el tipo de colonialidad del que participo. Al identificar las actitudes propias que nos hacen ser participes de esa colonialidad, entonces se puede estar en posición para erradicarla y hacer cambios en pro de mi par, mi vecino, mi comunidad, o mi país. Si queremos cambios debemos darnos esa mirada introspectiva y romper con nuestros propios patrones discriminatorios. Como dice esa canción ... hay que empezar con el hombre/mujer/ser reflejado en el espejo. Atrévete a empezar ese verdadero cambio si quieres hacer una diferencia. Quedas invitado a construir un mejor mundo, empezando contigo mismo. Pon tu palabra en acción positiva desde tu yo hacia el otro.