Juan Dalmau y la comunidad LGBTTQIA+ [¿qué nos ofrece?]

Zona Ambiente
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¡Los gringos lo llaman un “late bloomer” y yo no sé cómo se traduce eso! Debe ser algo así como tardío o lento de cuajar.  Como fuese, describe perfectamente mi despertar político. Como todos los de mi generación que ahora están entre los 70 y 80 años de edad, nací en una cuna Popular.  Mi Padre bebía los vientos por Muñoz, mientras que yo salí a mi Mamá, a quien la política le importaba menos que un pepino angolo.

Estudié en un medio gringo, en mi escuela “we pledge allegiance to the flag” entre coritos evangélicos en el difícil. De independencia conocía “res” como diría mi amiga Alba Gómez, la divina catalana. 

Armindo Núñez Miranda, mi esposo y compañero de más de 30 años, es mi “Libro Gordo de Petete” y como gato viejo en la lides de la independencia, fue el gestor inicial de mi “awakening”.  El conocía al derecho y al revés la historia de los Partidos Políticos de Puerto Rico. Y ya me la había contado así que no puedo decir que no la conocía, pero siempre como un “outsider”.   

Estaré eternamente agradecido a mi Gurú Político, el siempre recordado Alfredo del Valle, quien al percatarse de mi creciente interés por mi país, comenzó a llevarme a distintos actos políticos de diversos sectores de la independencia. Porque Alfredo fue un gran maestro que, en su afán pedagógico de exponerme a diversas corrientes,  jamás quiso imponerme ninguna. Con él conocí de su gestión junto a Armindo y Europa en el Partido Socialista Puertorriqueño, fuimos a asambleas del Partido del Pueblo Trabajador, del Movimiento Unión Soberanista, de Victoria Ciudadana, pero curiosamente nunca me llevó a actividades del Partido Independentista de Puerto Rico.  Mientras tanto y por más que trataba, yo no podía entender el porqué de tantas corrientes libertarias separadas. Me decía a mi mismo que tal vez se debía a que somos gente de un solo líder y hacia él nos arremolinamos.  Podría ser que se confundiese clase social y abolengo con un determinado enfoque político. Hasta llegué a pensar que se conocían demasiado bien entre si por las camas compartidas y los cabos sueltos les impedían unirse. No sé…  Lo otro que no podía entender era el rol de la Comunidad LGBTTQIA+ en la gesta independentista, aparte de servir cual lacayos al macharranazo.  Sostengo que si esa es mi Comunidad, necesito ubicarme en un partido que me represente.

Como Julia de Burgos, entendí que con el independentismo yo mismo debía marcar mi propia ruta, dedicándome a explorar la biblioteca de Armindo y leyendo toda la historia política de Puerto Rico que encontraba. Mientras leía venían a la mente las palabras de una querida amiga: “Son todos una partida de macharranes de pipí cogío”. Terminé exhausto y más perdío que un juey bizco pues del rol de mi Comunidad, “res”!

Pero Dios obra por caminos extraños.  Mi vecina de la niñez fue Doña Carmen Irizarry, hermana del patriota Concepción de Gracia. La directora de la Escuela de Psicología Graduada de la UPR donde estudié fue la Dra. Abigail Díaz de Concepción, su segunda esposa. Tan cerca y tan lejos de mi visión del mundo de aquel entonces. 

Quién me iba a decir que un velorio cambiaría mi visión del mundo hasta entonces opacada y matizada por mi entorno. Con mucho dolor Armindo me comentó la muerte de la mamá de Juan Carlos García Padilla, el esposo de su querida compañera de la Editorial de la UPR Sonya Canetti.  Doña Nieves Padilla Caballero había sido fundadora del Partido Independentista Puertorriqueño, luchadora de toda la vida por nuestra libertad, intelectual de primer orden, educadora destacadísima,

Ese día nos unimos a la multitud de políticos, artistas y otras figuras públicas que fueron a presentar sus respetos a la difunta.  Y de momento, lo vi.  Intercambiamos miradas, una tímida sonrisa y nos saludamos como viejos amigos cuando era la primera vez que nos veíamos.  Su cálido saludo y su don de gentes me cautivaron.  Le pregunté a Armindo, quien era: “Es Juan Dalmau, del PIP.”  Fue amor a primera vista lo que me llevó a explorar al Partido que hasta entonces desconocía. Cosas veredes; precisamente el partido oficial que impulsa la independencia de Puerto Rico. En mi búsqueda conocí personalmente a Adrián González Costa, actual candidato a alcalde en San Juan, otra personalidad cautivadora.  

Hoy me enfrento a la figura de aquel simpático y espontáneo Juan Dalmau con nuevos ojos.  Más viejos, obviamente, pero más claros. Parece ser que nuestros politólogos piensan que el Partido Independentista Puertorriqueño "está siendo considerado seriamente por un gran sector del electorado para recibir su favor y convertirse en los próximos administradores de una isla que, a todas luces, parece permanecer hundida en un mar de corrupción gubernamental e institucional.”

Mira tú por dónde la organización que busca la separación de los Estados Unidos es la que posiblemente sea la más capacitada para realizar la titánica labor que será administrar un país en momentos de cambio climático, guerra civil racial en la nación norteamericana y un empobrecimiento sistemático de la isla debido a la deuda pública y las imposiciones de la Ley Promesa.

El senador Juan Dalmau ha hablado extensamente en sus muchas entrevistas periodísticas de lo que su colectivo bautizó como el proyecto de “Patria Nueva”.  

“Nuestro programa de gobierno contiene elementos que se pueden atender de manera inmediata, hay otros que por responsabilidad política hay que señalar como limitaciones que hay que enfrentar y parte de ellas se logran a base de enfrentar esa relación de subordinación política, ese régimen antidemocrático”, explica el candidato dando como ejemplo las leyes de cabotaje impuestas por la Ley Jones de 1920. 

El senador del PIP ha mantenido un discurso abierto hacia el electorado en general apelando a la realidad de que elegir a ese partido en noviembre solo se trataría de elegir a un administrador por cuatro años, mientras que el proceso de resolución de estatus requiere de negociaciones entre ambas partes y un proceso de consulta democrática. 

Ha asegurado que dentro de la situación el nuevo gobierno tiene que identificar las áreas donde debe mejorar e identificar las fugas de recaudos del gobierno para así mejorar los servicios que este ofrece. 

“Lo primero que hay que buscar es qué no funciona. Hay muchas cosas en el gobierno que tienen salideros económicos que bien podrían dirigirse para atender otras necesidades apremiantes como lo son el desempleo y la falta de desarrollo económico”, indicó Dalmau en una reciente entrevista periodística. 

Dalmau ha sido categórico al indicar que no es posible establecer una política de desarrollo económico de manera instintiva, sino que debe estar fundamentada en datos concretos que muestren que logra los recaudos esperados y el desarrollo económico para la isla. Y yo no ceso de pensar en mi amigo/hermano Alfredo, quien sostenía lo mismo.

Todo esto suena fine and dandy, pero qué especificamente nos ofrecen al Colectivo LGBTTQIA+? Busco un compromiso claro y específico y no lo encuentro. Como todos los partidos, prometen igualdad y respeto, pero yo quiero verlo en blanco y negro, deletreado sencilla y claramente.  

Juan posó recientemente para mi amigo, un excelente fotógrafo, David T. Díaz, el artífice detrás de Four Two Photography, quien lo ha podido captar de una manera magistral.  Por qué Juan nunca ha dejado de ser aquel joven espontáneo y genuino que me saludó sin conocerme en un velorio.  Un saludo espontáneo que me abrió las puertas a un nuevo y mejor mundo, pero que sigue sin decirme qué ofrece a nuestro Colectivo.